Pareja viaja 300 km tras ver un teleférico falso creado con IA
Un matrimonio malasio descubrió que el destino turístico que vieron en un vídeo no existía. El contenido, generado por inteligencia artificial, mostraba falsas atracciones en Perak. La confusión revela los riesgos de la desinformación digital, especialmente para personas con menos experiencia tecnológica.
«El teleférico era tan real que nos engañó»
Una pareja de Malasia viajó cuatro horas en coche hasta Kuak Hulu (Perak) tras ver un vídeo en Facebook que promocionaba un impresionante teleférico sobre bosques y ríos. Al llegar, comprobaron que el lugar “no tenía nada que ver” con lo mostrado. El vídeo, ya eliminado, incluía entrevistas falsas a turistas y una periodista generada por IA.
La frustración de la pareja
Según una empleada de hotel de la zona, la pareja insistió en que les mostraran el teleférico, creyendo que les ocultaban información. Al confirmar el engaño, intentaron “denunciar a la periodista” del vídeo antes de entender que todo era falso. Abandonaron el lugar avergonzados.
La IA basura que confunde a los usuarios
El caso ejemplifica el fenómeno del ‘AI Slop’ (contenido generado por IA de baja calidad), que inunda redes sociales con vídeos hiperrealistas pero falsos. Plataformas como Instagram incluyen etiquetas de “Creado con IA”, pero resultan insuficientes para usuarios con menos alfabetización digital, como adultos mayores.
Herramientas que difuminan la realidad
Avances como Veo 3 (modelo de vídeo generativo) hacen casi indistinguibles los contenidos falsos. La empleada del hotel destacó que la pareja “no entendía cómo algo tan detallado podía ser inventado”.
Cuando internet era más simple
El auge de la IA generativa ha multiplicado los engaños digitales, desde patrones de ganchillo falsos hasta eventos deportivos con animales irreales. En 2025, la saturación de este contenido dificulta incluso verificar noticias urgentes, como conflictos internacionales.
Un aviso para navegantes digitales
El incidente evidencia la necesidad de mejorar la identificación de contenidos sintéticos en redes sociales. Mientras las herramientas avanzan, casos como este revelan que la credibilidad en internet depende cada vez más del escepticismo del usuario.