Trump cambia de estrategia y aumenta presión militar a Rusia
El presidente estadounidense anuncia envío «masivo» de armas a Ucrania. Rectifica su postura inicial de presionar solo a Kiev, tras el avance ruso. La medida busca equilibrar el conflicto, aunque no persigue una victoria ucraniana explícita.
De criticar a armar: el giro de Trump
Donald Trump había centrado sus críticas en Ucrania, considerándola un «coste» para EE.UU., mientras buscaba acercamiento con Putin. Esta postura incentivó mayores ataques rusos, según el análisis. Ahora, el giro táctico busca corregir ese desbalance, aunque su objetivo no es derrotar a Rusia, sino forzar una salida negociada.
Repercusión en el terreno
El anuncio de armamento frustra los cálculos de Putin, quien había intensificado ofensivas tras percibir debilidad occidental. Expertos señalan que la medida podría ralentizar el avance ruso, pero no altera la visión de Trump sobre el conflicto como un «problema ajeno».
De la mano tendida a los misiles
Inicialmente, Trump aisló diplomáticamente al presidente ucraniano Zelenski y evitó presiones directas a Moscú. El texto destaca que esta aproximación fue «previsiblemente aprovechada» por el Kremlin. La rectificación llega tras meses de críticas por su enfoque desequilibrado.
Un conflicto que no es su guerra
El artículo subraya que Trump prioriza intereses estadounidenses sobre el resultado bélico. Su estrategia difiere de la de Biden: no busca un vencedor claro, sino reducir el gasto y desgaste político. La entrega de armas sería un medio para acelerar negociaciones, no para prolongar la guerra.
Armas para negociar, no para ganar
El cambio táctico podría estabilizar el frente ucraniano a corto plazo, pero no garantiza un final del conflicto. La medida refleja la visión pragmática de Trump, donde el apoyo militar es instrumental, no ideológico. Su impacto dependerá de la reacción rusa y la capacidad ucraniana de aprovechar los recursos.