IndiGo, la aerolínea india, inicia vuelos directos a Europa para competir con Ryanair
La low cost opera ya rutas sin escalas entre Manchester/Ámsterdam y Bombay. La séptima aerolínea mundial por vuelos diarios apuesta por precios competitivos y expansión global. Llega a Europa en plena temporada alta con tarifas hasta un 34% más baratas que sus rivales.
«India desembarca en Europa con vuelos sin escalas»
IndiGo, la aerolínea con el 64,1% del mercado indio, inició en julio tres vuelos semanales directos entre Manchester/Ámsterdam y Bombay. «El precio pesa muchísimo en la decisión de compra», señala el texto, y la compañía replica el modelo low cost de Ryanair: asientos básicos y servicios adicionales de pago. Un billete Manchester-Bombay cuesta 608 euros (9h30m), frente a los 924 euros de Qatar Airways con escala.
Flota y alianzas para crecer
La empresa suma Boeing 787-9 y espera 69 Airbus A321 XLR y 30 A350-900 para 2027. Su alianza con Air France-KLM, Virgin Atlantic y Delta le permite conectar India con Europa, EE.UU. y, recientemente, Australia (vía Jetstar). Ámsterdam será su hub europeo.
Un gigante con ambición global
IndiGo opera 2.200 vuelos diarios en 130 destinos, aunque solo el 10% son internacionales. Tras 14 años volando fuera de India (desde 2011), su objetivo es ser una aerolínea global en 2030. Europa es el primer paso de una estrategia que incluye rutas transatlánticas.
Vuelos baratos, pero no para todos los bolsillos
Los precios de IndiGo son competitivos en rutas sin escalas, pero aún superan los 500 euros. Su ventaja es la única conexión directa entre Manchester y India, frente a opciones con escalas de hasta 37 horas.
Asia mira a Occidente
El texto destaca que India es uno de los mercados emergentes con mayor crecimiento. La expansión de IndiGo refleja la pujanza económica del país y su apuesta por competir en sectores tradicionalmente dominados por empresas occidentales.
¿Ryanair tiene nueva competencia?
IndiGo no rivaliza aún en rutas intraeuropeas, pero su modelo low cost y su escalada de destinos globales podrían cambiar el mapa del transporte aéreo. Su éxito dependerá de mantener precios atractivos y expandir su red sin saturar la flota.