Ruth Nina niega delitos tras polémica declaración sobre el TSE
La dirigente enfrenta tres denuncias penales por afirmar que el Tribunal Supremo Electoral «contará muertos en lugar de votos». Los cargos incluyen instigación pública y terrorismo. Nina defiende sus dichos y acusa a sus detractores de persecución política.
«No temo ser aprehendida, no he cometido delitos»
Ruth Nina, exdirigente del extinto PAN-BOL, aseguró que sus declaraciones no constituyen un delito durante un acto en Lauca Ñ (bastión de Evo Morales). «No he robado al país, no he derramado sangre«, afirmó, desafiando las acusaciones. Las denuncias fueron presentadas en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz por parlamentarios y políticos.
Las acusaciones
Las tres denuncias incluyen delitos electorales, instigación pública a delinquir, amenazas y terrorismo. Surgieron tras su afirmación de que, si Evo Morales no es candidato, «el TSE contará muertos en lugar de votos» el 17 de agosto. Nina atribuye las denuncias a un intento de «tapar actos de corrupción«.
Contexto político
Nina intentó inscribir a Morales como candidato, pero su partido quedó fuera de la carrera electoral. Sus declaraciones ocurrieron en un ampliado evista, donde otros dirigentes sindicales también hicieron pronunciamientos. Actualmente, enfrenta al menos 20 denuncias, según su versión.
«Me usan como chivo expiatorio»
La exdirigente denunció que sus detractores utilizan su caso para desviar la atención de acusaciones de corrupción. «Han tomado a Ruth Nina como conejilla de indias«, declaró. Reiteró que no se esconderá y desafió a que persigan «a los corruptos denunciados».
En medio de la tormenta
El caso se enmarca en un clima de tensión política previo a las elecciones, con el evismo buscando mantener influencia pese a su exclusión electoral. Las declaraciones de Nina han reavivado el debate sobre los límites de la protesta y la libertad de expresión.
El TSE bajo la lupa
Las implicaciones del caso dependerán de cómo la Fiscalía procese las denuncias y si estas prosperan. Mientras, la polarización política sigue marcando el escenario electoral, con el evismo como actor clave fuera de las urnas.