Oposición boliviana margina a su candidato más competitivo frente al MAS
Jaime Dunn, líder opositor con crecimiento electoral, fue inhabilitado con complicidad institucional. Analistas señalan que su exclusión beneficia al oficialismo en las elecciones. El hecho ocurre en un contexto de fragmentación opositora y dominio del MAS en el escenario político.
«El sacrificio del único candidato con posibilidades»
Ronald Maclean Abaroa compara a Dunn con Luis Fernando Camacho en 2019: «un líder joven y popular marginado por su propia clase política». La oposición, calificada como «autoprorrogada y disfuncional», permitió su exclusión pese a ser el «vástago más hábil para seducir electores». El Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Alcaldía de El Alto participaron en su inhabilitación.
Debate presidencial: ventaja para el oficialismo
En el encuentro del 6 de julio, los cuatro candidatos opositores no lograron contrarrestar a Eduardo Del Castillo, representante del MAS. Aunque este solo tiene 1,4% en encuestas, su formación política y discurso marxista-leninista superaron a rivales «antipolíticos y sin consistencia». Dunn, en cambio, había destacado por su lenguaje liberal y propuestas claras.
«Opositores mecánicos en la era del Tesla»
Maclean critica que la oposición «no entendió la batalla cultural e ideológica». Dunn representaba al «outsider joven con discurso económico directo» que el electorado demandaba. Su inhabilitación refleja un patrón repetido: antes fue Camacho, ahora Dunn, «los únicos capaces de desafiar al MAS».
Un sistema que elige a su propia oposición
El texto describe un escenario cerrado donde el régimen controla las reglas. El MAS mantiene ventaja al enfrentar a opositores fragmentados y «vergonzantes de su pasado». Dunn, con apoyo creciente, era la excepción: atacaba el sistema político como raíz de la crisis, pero fue neutralizado.
¿Otra derrota anunciada?
La exclusión de Dunn refuerza la hegemonía del MAS y profundiza la crisis de la oposición tradicional. Sin figuras competitivas, el oficialismo consolida su ventaja en un proceso electoral marcado por instituciones cuestionadas y división opositora.