Policía desarticula banda que estafaba con el timo del «hijo en apuros»
32 detenidos en Valencia por estafar 320.000 euros. La modalidad, que explota la conexión emocional de padres con hijos, se ha agravado con el uso de IA para clonar voces. La operación resuelve 63 denuncias en toda España.
«Hola mamá, mi teléfono se ha roto»: la trampa emocional
La Policía Nacional detuvo a 32 personas en Valencia, incluyendo cuatro captadores de «mulas». La banda contactaba a víctimas con hijos emancipados, simulando emergencias mediante WhatsApp. «Crean una conexión emocional instantánea y trasladan urgencia con mensajes de desesperación», explica la Guardia Civil. El pretexto de perder el móvil principal eliminaba sospechas iniciales.
El salto a la inteligencia artificial
Algunos casos emplean voces clonadas con IA, como el de un estadounidense que escuchó a su hija gritar bajo amenaza. Herramientas como VALL-E replican voces con solo tres segundos de audio. La Policía alerta del ‘voice hacking’ y recomienda contraseñas familiares o videollamadas para verificar identidades.
Una plaga difícil de erradicar
Esta estafa acumula operaciones previas: 100 detenidos en 2024 (850.000 euros) y 65 arrestos en julio pasado (410.000 euros). En A Coruña, una denuncia por 5.000 euros permitió detener a los responsables. «Su efectividad la hace de las más peligrosas», destaca el texto. Los estafadores estudian perfiles de víctimas para aumentar el éxito.
De los SMS a las deepfakes
El timo evoluciona desde mensajes básicos hasta el uso de IA, aprovechando la disponibilidad de audios en redes sociales. Aunque las autoridades bloquean transferencias y devuelven fondos (10.000 euros en este caso), la prevención es clave: verificar contactos originales y desconfiar de solicitudes urgentes.
Más vale prevenir que bizumear
La operación valenciana reduce el impacto, pero la estafa persiste por su base psicológica. La policía insiste en no actuar bajo presión y usar canales alternativos para confirmar peticiones. La combinación de ingeniería social y tecnología dificulta su erradicación total.