Trump amenaza el milagro económico de Irlanda con su guerra comercial
El 10% de las multinacionales en Irlanda generan más de la mitad de los ingresos fiscales. La economía irlandesa, altamente dependiente de empresas estadounidenses, enfrenta riesgos sistémicos por los aranceles de Trump y posibles represalias de la UE. El crecimiento del 9.1% en 2024 oculta una realidad frágil.
«Un terremoto con epicentro en Washington»
Irlanda depende críticamente de multinacionales como Pfizer y Apple, que emplean a 620.000 personas y aportan un tercio de los ingresos fiscales del gobierno. Stephen Kinsella, economista de la Universidad de Limerick, advirtió que un recorte de inversiones estadounidenses haría «parecer la austeridad pasada un episodio de los Care Bears».
La fragilidad de un modelo exitoso
El 55% de los impuestos corporativos proviene de solo 10 empresas, según la Oficina Nacional de Estadística. Aidan Regan, profesor del University College Dublin, destaca que Irlanda tiene «la mayor dependencia de impuestos corporativos entre países desarrollados». Trump ya calificó al país como un «fraude fiscal» y amenaza con bloquear exportaciones farmacéuticas.
Doble frente: Trump y la UE
Mientras el gobierno irlandés negocia con gobernadores estadounidenses para suavizar la postura de Trump, también presiona en la UE para evitar un impuesto digital que dañaría a empresas como Apple. Regina Doherty, eurodiputada del Partido Popular Europeo, alerta que esta medida sería «increíblemente perjudicial» para la economía local.
Un milagro con pies de barro
Irlanda atrajo multinacionales con tasas del 6.25% para ingresos por propiedad intelectual, convirtiéndose en líder mundial en desvío de beneficios corporativos (Observatorio Fiscal de la UE). El crecimiento del PIB del 9.1% en 2024 se reduce al 0.8% al excluir el efecto de las exportaciones anticipadas por los aranceles de Trump.
¿Sobrevivirá el tigre celta?
El gobierno impulsa inversiones en infraestructura y economía local, pero analistas como Jim Power critican la falta de urgencia. Con un 35% de los ingresos estatales en riesgo, Irlanda enfrenta su crisis más grave desde 2008. Su futuro depende de equilibrar la relación con EE.UU. y la UE mientras diversifica su modelo económico.