Investigadores crean membrana que extrae litio del mar de forma eficiente
Una membrana de vermiculita filtra litio del agua salada por solo 350 dólares la tonelada. Científicos del Laboratorio Nacional Argonne (EEUU) y la Universidad de Chicago lograron el avance, que podría revolucionar el acceso global a este mineral clave para la tecnología. Publicaron los resultados el 13 de julio de 2025.
«Como un cabello, pero con precisión atómica»
La membrana, más delgada que un cabello humano, está compuesta por capas de vermiculita (arcilla abundante) modificadas con óxido de aluminio. «Filtra iones de litio dejando fuera magnesio y sodio», explican los investigadores. El secreto está en su carga superficial positiva, que repele elementos más pesados.
Un proceso escalable y económico
El método evita la minería tradicional y reduce costes a 350 dólares por tonelada de material. Además, el equipo demostró que ajustando la cantidad de sodio en la membrana, se puede controlar el tamaño de los poros para capturar solo litio.
El litio, un tesoro bajo el mar
Actualmente, China domina el 95% del refinado global de minerales estratégicos, incluido el litio. Sin embargo, su extracción convencional es cara, lenta y geopolíticamente inestable. Esta tecnología podría democratizar el acceso, especialmente en países sin minas pero con costas o salmueras subterráneas.
Alternativas en carrera
China ya prueba un sistema solar flotante (STLES) para extraer litio del mar, pero la membrana de Argonne promete mayor precisión y menor coste. Ambos enfoques compiten por liderar la futura industria.
De la salmuera a la batería
El litio es esencial para baterías de coches eléctricos y dispositivos electrónicos. Su demanda crece un 20% anual, pero la producción depende de pocos países (Australia, Chile, China). El 60% de las reservas mundiales están en salmueras o agua de mar, pero hasta ahora era inviable extraerlo.
Un mar de posibilidades
Si se escala industrialmente, esta tecnología no solo abarataría el litio, sino que podría usarse para extraer níquel, cobalto o purificar agua. Su éxito dependerá de la capacidad para mantener la eficiencia a gran escala, un desafío que los investigadores ya están abordando.