Las lluvias en Bolivia afectan a 800 viviendas y anticipan una \»intensa sequía\»
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, alertó este domingo que las lluvias de 2025 son las más intensas de los últimos cuatro años, con 800 viviendas afectadas, casi cuatro veces más que en años anteriores. Además, advirtió que tras las precipitaciones, que continuarán hasta abril, se espera una \»intensa sequía\» que podría agravar la situación en el país. Las autoridades evalúan declarar una emergencia nacional y buscan aprobar un crédito de 250 millones de dólares del BID para atender las crisis climáticas.
Lluvias históricas y un futuro de sequía
Según Novillo, esta temporada de lluvias es la más crítica desde 2021, con precipitaciones que han superado los registros históricos. \»En años anteriores, el máximo de viviendas afectadas era de 250, pero este año ya hemos atendido a 800\», declaró el ministro. Además, señaló que los pronósticos indican que las lluvias continuarán hasta abril, seguido de una \»intensa sequía\» que podría generar nuevos desafíos para el país.
El gobierno boliviano está gestionando un crédito de 250 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para enfrentar las emergencias climáticas. De este monto, 150 millones se destinarán a inundaciones, desbordes de ríos y otros desastres naturales, mientras que los 100 millones restantes se reservarán para sequías y posibles epidemias.
Emergencia nacional en evaluación
Novillo reveló que el sábado varios ministros se reunieron con el presidente Luis Arce para evaluar las afectaciones causadas por las lluvias. \»No descartamos declarar una emergencia nacional\», afirmó. Entre los problemas reportados se encuentran la suspensión de labores educativas en algunas zonas, donde los estudiantes deben cruzar ríos para llegar a sus escuelas, y la necesidad de reconstruir vías y puentes dañados por las inundaciones.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió una alerta roja por desbordes de ríos en siete departamentos: Tarija, Chuquisaca, Potosí, Cochabamba, Beni, La Paz y Pando. La alerta estará vigente hasta el 5 de abril y advierte sobre el riesgo de inundaciones en estas regiones.
Recursos insuficientes para una crisis recurrente
El ministro reconoció que, a pesar de los créditos gestionados, los recursos serán \»insuficientes\» para abordar los problemas generados por las inundaciones y desbordes de ríos. \»Los 75 millones de dólares del CAF y los 250 millones del BID no alcanzarán para cubrir todas las necesidades\», afirmó. Novillo destacó que las sequías en Bolivia son ahora \»cíclicas\», lo que exige una planificación a largo plazo para mitigar sus efectos.
Contexto histórico: Bolivia y su vulnerabilidad climática
Bolivia es uno de los países más vulnerables al cambio climático en América Latina. En los últimos años, ha enfrentado fenómenos extremos como sequías prolongadas, inundaciones y desbordes de ríos. La temporada de lluvias de 2025 no es un hecho aislado, sino parte de un patrón climático que se ha intensificado en la última década. Según expertos, la deforestación y la falta de infraestructura adecuada agravan los impactos de estos eventos.
En 2020, por ejemplo, las inundaciones afectaron a más de 50.000 familias en el país, mientras que en 2023 una sequía severa impactó la producción agrícola y el suministro de agua en varias regiones. La gestión de recursos hídricos y la preparación para desastres naturales siguen siendo desafíos críticos para el gobierno boliviano.
Fuentes y transparencia
La información presentada proviene de declaraciones oficiales del ministro de Defensa, Edmundo Novillo, durante una conferencia de prensa este domingo. Además, se consultaron datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) y antecedentes históricos sobre eventos climáticos en Bolivia.
Las lluvias de 2025 han dejado a Bolivia en una situación crítica, con cientos de familias afectadas y una alerta roja en siete departamentos. Mientras las autoridades evalúan declarar una emergencia nacional, la gestión de recursos y la planificación a largo plazo se presentan como desafíos urgentes para enfrentar no solo las inundaciones actuales, sino también la sequía que se avecina. El país necesita soluciones sostenibles para mitigar los efectos recurrentes del cambio climático.