Evo Morales acusa al Gobierno de preparar un fraude electoral con extranjeros
El expresidente denuncia que 20 expertos internacionales ayudarían al MAS en los comicios del 17 de agosto. Morales, refugiado en el Trópico de Cochabamba, asegura que el oficialismo busca compensar su baja intención de voto. La acusación surge en medio de su conflicto con Arce y su intento fallido de candidatearse.
«El MAS estaría planeando manipular los resultados»
Evo Morales afirma que un grupo de ecuatorianos, brasileños y venezolanos, «a la cabeza del imperio (EEUU)», colaboraría en un supuesto fraude para beneficiar al candidato oficialista Eduardo del Castillo. Según el exmandatario, el Gobierno recurriría a esto ante el «rechazo popular» por la escasez de dólares y combustibles.
División en el oficialismo y reacciones
El MAS se presenta por primera vez fragmentado: Del Castillo (apoyado por Arce), Andrónico Rodríguez (Senado) y el sector de Morales, que no logró inscribirse. El expresidente tachó a todos los candidatos de «neoliberales» y acusó a Rodríguez de ser «doble o triplemente traidor» por distanciarse de él.
Un escenario electoral polarizado
Morales, inhabilitado para candidatearse, insiste en que esta elección es «el pueblo contra el imperio, el indio contra el gringo». Advierte que si gana la oposición (con Samuel Doria Medina como favorito), habría «un país sin estabilidad» sometido a EEUU. Mientras, Arce confía en que el pueblo vote por «un Gobierno popular».
De la hegemonía a la fractura
El MAS ganó las últimas cuatro elecciones con más del 50% de votos, pero ahora enfrenta su peor crisis interna. Morales fue desplazado del liderazgo partidario en 2024 tras casi 30 años, y su nuevo movimiento no pudo inscribirse. Las encuestas actuales sitúan al oficialismo por debajo del 3% necesario para mantener su vigencia.
Una sombra sobre los comicios
Las acusaciones de fraude añaden tensión a una elección ya marcada por la división del oficialismo y la crisis económica. La denuncia de Morales, sin pruebas detalladas, podría intensificar la polarización política en Bolivia semanas antes de los comicios.