Mackinac, la isla de EEUU sin coches desde 1898

Mackinac Island en Michigan prohíbe los vehículos motorizados desde 1898, manteniendo carruajes de caballos y bicicletas como transporte principal.
xataka.com

Mackinac, la isla de EEUU que prohibió los coches en 1898

Desde hace 127 años solo circulan carruajes de caballos y bicicletas. Este enclave de Michigan, cuna de la industria automotriz estadounidense, mantiene su veto a los vehículos motorizados como seña de identidad. La norma surgió por quejas de los caleseros y hoy atrae a turistas.

Un oasis sin motores en la tierra de Ford

Mackinac Island, ubicada en el Lago Hurón (Michigan), es el único lugar de EEUU con una carretera estatal (M-185) donde está prohibido circular con coches. La medida, vigente desde 1898, surgió tras quejas por el ruido de los primeros automóviles, que asustaban a los caballos. «Sin ellos, este lugar no sería lo que es», destaca un trabajador local a la BBC.

Excepciones a la regla

Aunque la norma es estricta, se permiten vehículos de emergencia y algunos servicios. En 1975, el Servicio Secreto usó un coche durante la visita del presidente Gerald Ford, quien optó por un carruaje. En 1979, una película rodada allí obtuvo permiso especial para usar automóviles.

Caballos, bicis y ferry: así se mueven sus 600 habitantes

El transporte se basa en carruajes tirados por caballos (introducidos por los británicos en 1780), bicicletas y un ferry que conecta con ciudades cercanas. La primera licencia para calesas se emitió en 1869. Hoy, este sistema atrae a turistas que buscan experiencias históricas y paisajes libres de contaminación.

De fuerte militar a destino turístico

Mackinac fue un enclave estratégico con un fuerte construido por los británicos. Su veto a los coches, inicialmente para proteger el negocio de los caleseros, la convirtió en un referente de movilidad sostenible antes de tiempo. Ahora destaca por su hotel histórico, el fuerte Mackinac y su herencia indígena anishnaabe.

Una rareza que perdura en 2025

La isla demuestra que es posible mantener un modelo de transporte alternativo, incluso rodeada de la poderosa industria automotriz de Michigan. Su caso sigue siendo único en EEUU, combinando turismo, tradición y una estricta normativa que cumple 127 años.