Rescate de un mono araña en el Amazonas: conexión y supervivencia

Paul Rosolie, conservacionista, rescata a un mono araña en peligro en el Amazonas peruano, destacando la conexión entre humanos y animales y la importancia de la conservación.
Mongabay Environmental News
Un mono sosteniéndose de un palo en un río junto a una persona nadando.
Un mono se agarra de un palo sobre un río mientras una persona nada cerca.

Un conservacionista rescata a un mono araña en peligro en el Amazonas: una historia de conexión y supervivencia

Paul Rosolie, conservacionista estadounidense y fundador de Junglekeepers, relata una experiencia única al rescatar a un mono araña que luchaba por sobrevivir en un río embravecido del Amazonas peruano. Este suceso, ocurrido en febrero de 2025, no solo destaca la vulnerabilidad de la fauna amazónica, sino también la profunda conexión que puede establecerse entre humanos y animales en momentos críticos. Rosolie, conocido por su labor en la protección de más de 100.000 hectáreas de selva, subraya la importancia de reconocer nuestra responsabilidad como guardianes del mundo natural.

Un rescate en aguas turbulentas

El incidente ocurrió en un afluente del río Amazonas durante la temporada de lluvias, cuando el caudal se transforma en una fuerza implacable. Rosolie y su equipo, compuesto por guardabosques y científicos, navegaban río abajo cuando avistaron a un mono araña adulto luchando por mantenerse a flote. “Ella estaba ahogándose, sus pequeñas manos negras intentaban mantenerse a flote mientras la corriente la arrastraba”, describe Rosolie. Sin dudarlo, el conservacionista se lanzó al agua para salvarla, utilizando un remo como herramienta de rescate.

Lo más sorprendente fue la comunicación que se estableció entre ambos. Rosolie, quien ha aprendido a imitar los sonidos de los monos araña a lo largo de sus años en la selva, emitió un llamado que calmó al animal. “Ella entendió que estaba allí para ayudarla. Me miró directamente a los ojos y se aferró al remo”, relata. Tras sacarla del agua, el mono se refugió en la orilla y desapareció en la espesura, dejando a Rosolie con una sensación de asombro y conexión.

La lucha por la supervivencia en el Amazonas

Este rescate no es un caso aislado en la labor de Rosolie y su organización, Junglekeepers. Desde 2014, han trabajado incansablemente para proteger a especies como los monos araña, jaguares, anacondas y águilas arpías, todas amenazadas por la deforestación, la minería ilegal y la expansión de carreteras. “Cada vez que rescatamos a un animal, es un recordatorio de lo frágil que es este ecosistema y de lo mucho que está en juego”, afirma Rosolie.

Los monos araña, en particular, son víctimas frecuentes de la caza furtiva. Muchos son capturados cuando sus madres son asesinadas para consumo humano, dejando a las crías huérfanas y vulnerables. Rosolie ha rescatado a varios de estos bebés, llevándolos a centros de rehabilitación como Amazon Shelter, dirigido por Magali Salinas, donde son cuidados hasta que pueden ser reintroducidos en la naturaleza.

El lenguaje de la selva

Rosolie destaca la inteligencia y sensibilidad de los animales con los que ha interactuado. “He aprendido a hablar algo de mono araña a lo largo de los años. Es un sonido que ellos reconocen y que les da seguridad”, explica. Este conocimiento no solo le ha permitido rescatar a varios animales, sino también comprender mejor sus necesidades emocionales y sociales.

La experiencia con el mono araña ahogado es un ejemplo de cómo la comunicación puede trascender las barreras entre especies. “No es algo que ocurra todos los días. La mayoría de las veces, los animales huyen de nosotros, y con razón. Somos la especie dominante, la que más daño ha causado”, reflexiona Rosolie. Sin embargo, en este caso, el mono confió en él, demostrando que, incluso en medio del caos, existe la posibilidad de entendimiento y cooperación.

Un llamado a la acción

Rosolie no solo comparte esta historia para inspirar, sino también para concienciar. Según el Informe Planeta Vivo de WWF, en las últimas décadas hemos perdido el 70% de la vida silvestre del planeta. La deforestación, los incendios y la expansión de infraestructuras en el Amazonas están borrando no solo paisajes, sino también vidas enteras. “Cuando destruimos un bosque, no solo estamos eliminando árboles. Estamos acabando con mundos completos”, advierte.

El conservacionista hace un llamado urgente a asumir nuestro papel como protectores del mundo natural. “Los animales no necesitan mucho de nosotros. Solo que recordemos que estaban aquí antes que nosotros y que dependemos de ellos para mantener el equilibrio de los ecosistemas que nos sostienen”, concluye.

El rescate del mono araña es un recordatorio de que, incluso en los momentos más críticos, la conexión entre humanos y naturaleza puede florecer. Rosolie y su equipo continúan su labor en la primera línea de la conservación amazónica, protegiendo no solo a los animales, sino también el futuro de uno de los ecosistemas más vitales del planeta.