La construcción de la represa de Balbina en el Amazonas brasileño provoca la extinción local de siete especies de peces endémicos
Un estudio reciente del Instituto Nacional de Investigaciones Amazónicas (INPA) revela que la construcción de la represa hidroeléctrica de Balbina, en el río Uatumã (Amazonas, Brasil), ha provocado la desaparición de siete especies de peces endémicos. La transformación de los hábitats de aguas rápidas en entornos estáticos ha hecho imposible la supervivencia de estas especies, según los investigadores. El estudio, publicado en 2025, subraya el impacto de las represas hidroeléctricas y otros factores ambientales en la biodiversidad amazónica.
Un ecosistema transformado: de río a lago
La represa de Balbina, construida a finales de los años 80, inundó vastas áreas de selva amazónica y transformó el río Uatumã, conocido por sus rápidos, en un lago estático. Este cambio drástico en el flujo de agua ha eliminado las condiciones necesarias para la supervivencia de especies reófilas, adaptadas a corrientes rápidas. Según el estudio, estas especies, que dependen de altos niveles de oxígeno y corrientes para respirar y adherirse a las rocas, han desaparecido por completo del área afectada.
“Este estudio puede ser el primero en confirmar una extinción local directamente vinculada a una represa hidroeléctrica en el Amazonas”, afirmó Lúcia Rapp Py-Daniel, investigadora del INPA y coautora del estudio. Durante 20 horas de buceo en el río Uatumã, los investigadores no encontraron rastro de las especies endémicas que habitaban la zona antes de la construcción de la represa.
Impacto en las comunidades indígenas y la biodiversidad
La desaparición de estas especies no solo afecta la biodiversidad, sino también a las comunidades locales, especialmente a los Waimiri-Atroari, un grupo indígena que dependía de estos peces para su alimentación y cultura. El badi, o pacú gigante (Mylesinus schomburgkii), una especie emblemática de la región, ha desaparecido por completo, según testimonios locales recogidos por los investigadores.
“Los peces no son solo una fuente de alimento; están profundamente entrelazados con la cultura, los rituales y las tradiciones de estas comunidades”, explicó Silvia Santana Zanatta, especialista en conservación de WWF-Brasil. La pérdida de estas especies amenaza la seguridad alimentaria, la estabilidad económica y el tejido social de las poblaciones indígenas.
Esperanza en los afluentes no afectados
Los investigadores han identificado afluentes no afectados por la represa, como los ríos Abacate y Jatapu, donde algunas de las especies desaparecidas aún sobreviven. En una expedición realizada a finales de 2024, se encontraron ejemplares del badi y otras dos especies en peligro de extinción, lo que sugiere que estos afluentes podrían servir como refugios para la conservación futura.
“Los resultados generan un sentido de esperanza, ya que en algunos afluentes del Uatumã que permanecen libres y saludables, estas especies continúan sobreviviendo y reproduciéndose”, señaló Flávio Montiel, gerente de International Rivers en Brasil. Sin embargo, los expertos advierten que la construcción de nuevas represas podría poner en riesgo estos refugios.
Un legado de daños ambientales y sociales
La represa de Balbina ha sido criticada desde su construcción por sus impactos ambientales y sociales. Un estudio de 1989 ya alertaba sobre la pérdida de biodiversidad, la fragmentación de hábitats y las emisiones de metano, entre otros problemas. Además, en noviembre de 2024, un tribunal federal ordenó compensar a los Waimiri-Atroari por los daños culturales y ambientales causados por la represa.
“Balbina es un ejemplo de mala planificación, pero también una lección importante para futuros proyectos”, afirmó Rapp Py-Daniel. La represa no solo ha fallado en términos de producción eléctrica, sino que también ha dejado un legado de degradación ambiental y social.
Alternativas y futuro de la energía en el Amazonas
Los expertos sugieren que las energías solar y eólica podrían ser alternativas más sostenibles para la región, minimizando el impacto ambiental y social. Un estudio de WWF-Brasil estima que los costos ambientales y sociales de las represas planificadas en el río Tapajós superan con creces los beneficios energéticos, con pérdidas potenciales de hasta 34 mil millones de reales (5.900 millones de dólares).
“Es crucial implementar estrategias de conservación en los afluentes no afectados, como la creación de unidades de conservación y programas de monitoreo continuo”, recomendó Zanatta. La preservación de la conectividad fluvial y la prevención de nuevas represas son clave para proteger la biodiversidad amazónica.
El estudio sobre la represa de Balbina no solo documenta una pérdida trágica de biodiversidad, sino que también sirve como una advertencia sobre los impactos de las grandes infraestructuras en ecosistemas frágiles como el Amazonas. Mientras los investigadores buscan refugios para las especies desaparecidas, las comunidades locales y los expertos exigen un enfoque más sostenible para el desarrollo energético en la región.