Lula impulsa perforación petrolera en la desembocadura del Amazonas

El presidente de Brasil, Lula da Silva, promueve la polémica perforación petrolera en la desembocadura del Amazonas, un proyecto criticado por su impacto ambiental y climático.
Mongabay Environmental News
Vista aérea de un paisaje que combina una masa forestal verde y un terreno fangoso con patrones orgánicos.
Una imagen aérea que destaca el contraste entre una densa área boscosa y una llanura lodosa con ramificaciones naturales.

Lula impulsa la polémica perforación petrolera en la desembocadura del Amazonas

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha intensificado su presión para aprobar la perforación petrolera en la desembocadura del río Amazonas, un proyecto que ha generado fuertes críticas por sus potenciales impactos ambientales y climáticos. La iniciativa, liderada por la empresa estatal Petrobras, busca explotar un yacimiento a 2,88 kilómetros de profundidad, lo que representa un riesgo sin precedentes para los ecosistemas amazónicos y el clima global. Este proyecto se debate en un momento clave, cuando Brasil se prepara para albergar la COP30, la conferencia climática de la ONU.

Un riesgo ambiental sin precedentes

El proyecto petrolero en la desembocadura del Amazonas ha sido catalogado como una \»fórmula para el desastre\» por expertos ambientales. La profundidad del yacimiento, casi el doble de la del desastre de Deepwater Horizon en 2010, hace que cualquier fuga sea prácticamente imposible de contener. Además, las corrientes oceánicas en la zona son extremadamente complejas, lo que dificultaría aún más los esfuerzos de mitigación en caso de un derrame.

Según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA), \»existen peculiaridades y incertidumbres inherentes a la región que podrían dificultar la contención efectiva de un accidente\». Un eventual derrame no solo afectaría a Brasil, sino que también podría impactar a otros siete países debido a las corrientes marinas y los vientos predominantes.

Impacto climático y contradicciones políticas

La explotación de este yacimiento petrolero contradice los compromisos climáticos asumidos por Brasil. La Agencia Internacional de Energía ha advertido que no se deben abrir nuevos campos petroleros en ningún lugar del mundo, ya que la extracción de combustibles fósiles debe cesar antes de 2050 para evitar un calentamiento global catastrófico. Sin embargo, Petrobras ha anunciado que planea continuar extrayendo petróleo más allá de esa fecha.

El presidente Lula ha defendido el proyecto argumentando que los ingresos generados financiarán la transición energética. Sin embargo, críticos como el experto Philip M. Fearnside señalan que esta postura es hipócrita, ya que Brasil tiene la oportunidad de liderar la lucha contra el cambio climático, especialmente al ser sede de la COP30 en Belém.

El \»Centrão\» y los intereses políticos detrás del proyecto

La presión para aprobar el proyecto ha aumentado desde que Daví Alcolumbre, senador del estado de Amapá, fue elegido presidente del Senado. Alcolumbre, líder de la coalición política \»Centrão\», ha argumentado que la explotación petrolera traerá beneficios socioeconómicos a su región. Sin embargo, la experiencia histórica de Brasil con proyectos extractivos sugiere lo contrario, ya que estos suelen generar desigualdades y daños ambientales irreversibles.

Activistas y comunidades locales han manifestado su rechazo al proyecto. El 12 de febrero, residentes de Belém, ciudad sede de la COP30, desplegaron pancartas con el mensaje: \»Presidente Lula, no cambie el Amazonas por petróleo\».

Consecuencias para los ecosistemas amazónicos

El proyecto petrolero amenaza dos ecosistemas únicos en Brasil: los manglares de Amapá y el extenso sistema de arrecifes de coral en la desembocadura del Amazonas. Estos ecosistemas son vitales para la biodiversidad y actúan como barreras naturales contra el cambio climático. Un derrame de petróleo en esta zona tendría consecuencias devastadoras, no solo para la fauna y flora, sino también para las comunidades que dependen de estos recursos.

El debate sobre la perforación petrolera en la desembocadura del Amazonas pone en evidencia la tensión entre el desarrollo económico y la preservación ambiental. Mientras Lula y sus aliados políticos insisten en los beneficios del proyecto, expertos y activistas advierten sobre los riesgos irreversibles para el clima y los ecosistemas. En un momento en que el mundo exige acciones concretas contra el cambio climático, Brasil enfrenta una decisión crucial que definirá su papel en la lucha global por la sostenibilidad.