Descubren sistema agrícola avanzado de la cultura Casarabe en Bolivia

Un estudio revela que la cultura Casarabe desarrolló un sofisticado sistema de gestión del agua en la Amazonía boliviana, permitiendo cultivos sostenibles y desafiando las nociones sobre agricultura precolombina.
Mongabay Environmental News
Ilustración de un campo de cultivo con surcos y personas trabajando.
Representación de un área agrícola con surcos irrigados y personas involucradas en labores del campo.

Descubren un sistema agrícola avanzado de la cultura Casarabe en la Amazonía boliviana

Un estudio publicado en la revista Nature revela que la cultura Casarabe, que habitó la región de los Llanos de Moxos en Bolivia entre los años 500 y 1400 d.C., desarrolló un sofisticado sistema de gestión del agua que permitía el cultivo de maíz durante todo el año. Mediante canales de drenaje y estanques artificiales, esta antigua civilización logró adaptarse a las inundaciones estacionales y mantener una agricultura sostenible en la Amazonía.

Un sistema hidráulico que desafía lo conocido

La investigación, liderada por Umberto Lombardo de la Universidad Autónoma de Barcelona, utilizó tecnología lidar para mapear el terreno y descubrir estructuras ocultas bajo la densa vegetación. Los canales de drenaje permitían evacuar el exceso de agua durante la temporada de lluvias, mientras que los estanques artificiales almacenaban agua para la irrigación en la época seca. Este sistema permitía a los Casarabe cultivar maíz en los bordes de los estanques, asegurando una producción continua.

“El estanque en sí es cultivado”, explicó Lombardo a Mongabay. “Tenían estos estanques con agua en el centro y el maíz se cultivaba en los bordes.” Este hallazgo desafía las nociones previas sobre la agricultura precolombina en la Amazonía, mostrando que estas sociedades no dependían únicamente de la tala y quema de bosques, sino que practicaban una forma temprana de agroforestería.

Ciudades de baja densidad y montículos monumentales

Además de su sistema agrícola, los Casarabe construyeron enormes montículos de tierra, algunos de hasta 20 metros de altura y que cubrían áreas equivalentes a 20 campos de fútbol. Estas estructuras, junto con una red de caminos y canales, formaban lo que los investigadores denominan “urbanismo de baja densidad”, una forma de organización urbana dispersa en el paisaje.

“Es difícil imaginar lo grandes que son”, dijo Lombardo. “Estos montículos monumentales fueron construidos a lo largo de 1.000 años.” La tecnología lidar permitió revelar estas estructuras, que habían permanecido ocultas bajo la vegetación durante siglos.

Una civilización oculta por las enfermedades europeas

La desaparición de la cultura Casarabe y otras sociedades amazónicas se debe en gran parte a las enfermedades traídas por los colonizadores europeos. Alder Keleman Saxena, experta en antropología, explicó que enfermedades como la fiebre amarilla y la malaria mataron a aproximadamente el 90% de la población indígena antes de que los europeos establecieran un control firme en la región.

“Estas pandemias introducidas han distorsionado nuestra comprensión histórica de las sociedades amazónicas”, señaló Keleman Saxena. “Hay muy pocos registros de cómo eran estas sociedades antes del contacto europeo, especialmente en regiones de difícil acceso como la Amazonía boliviana.”

Agroforestería y conservación del bosque

El estudio también destaca que los Casarabe no practicaban la agricultura de tala y quema. En su lugar, preservaban los bosques y gestionaban selectivamente especies útiles, como árboles para leña, materiales de construcción y plantas medicinales. Los análisis de fitolitos y polen confirmaron que el maíz era el cultivo principal, sin evidencia de otros cultivos en las áreas forestales.

“El consenso actual es que la mayoría de la Amazonía fue manejada mediante agroforestería”, afirmó Lombardo. “No talaban el bosque, sino que ayudaban a crecer a ciertos árboles útiles y eliminaban los que no lo eran.”

Este descubrimiento no solo redefine nuestra comprensión de las sociedades precolombinas en la Amazonía, sino que también ofrece lecciones valiosas para la gestión sostenible de los recursos naturales en el contexto actual de crisis climática. Además, reivindica el conocimiento y las prácticas de los pueblos indígenas contemporáneos, quienes continúan defendiendo su soberanía sobre estos territorios.