Productores critican importación de maíz transgénico en Bolivia

El sector agropecuario exige habilitar semillas modificadas para reducir importaciones y aumentar la productividad local, criticando las políticas actuales.
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Productores critican importación de maíz transgénico y piden biotecnología

El sector agropecuario exige habilitar semillas modificadas para reducir importaciones. Critican la decisión gubernamental de eliminar aranceles a la importación mientras se prohíbe el cultivo local con biotecnología. La demanda surge en plena campaña electoral, buscando compromisos de los candidatos.

«Grotesco» importar lo que Bolivia puede producir

Omar Castro, presidente de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), calificó de «grotesco» que el Gobierno importe maíz transgénico pero prohíba su cultivo. «Países como Paraguay han crecido ocho veces más en producción con libre mercado e innovación», destacó. El maíz es clave para la avicultura, sector afectado por la dependencia externa.

Potencial desaprovechado

Jaime Hernández, gerente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), aseguró que la productividad podría aumentar un 80% con biotecnología. Subrayó que Bolivia podría autoabastecerse de maíz, trigo y arroz, e incluso exportar excedentes. «No es una discusión ideológica, sino de seguridad alimentaria», remarcó.

Un modelo que «no surtió efecto»

Castro criticó el modelo económico boliviano, basado en subvenciones y proteccionismo, en contraste con los vecinos. «Con reglas claras y mercado libre, el agro superaría los $us 13.000 millones en exportaciones», afirmó. Los productores piden una agenda conjunta con el Estado para sustituir importaciones y frenar el contrabando.

Dos décadas de estancamiento

El sector agropecuario arrastra un déficit crónico en producción de granos, pese a las promesas gubernamentales. Mientras Bolivia debate el uso de transgénicos, países como Argentina y Brasil lideran la región en biotecnología. La última medida polémica fue la eliminación de aranceles a las importaciones, en lugar de impulsar la producción local.

¿Soberanía alimentaria o dependencia?

La polémica refleja la tensión entre políticas estatales y las demandas del sector productivo. La eficacia de las críticas dependerá de su inclusión en la agenda electoral y de la respuesta gubernamental ante el déficit de maíz, que afecta a industrias como la avicultura.