EE.UU. abandona los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

Estados Unidos rechaza los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, priorizando su soberanía y criticando la influencia china. Análisis de las implicaciones globales.
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Un emblema metálico con el mapa del mundo rodeado de ramas de olivo.
Imagen de un emblema circular metálico con un diseño del mundo centrado y rodeado por ramas de olivo.

Estados Unidos abandona los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU

Estados Unidos ha anunciado oficialmente su rechazo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, adoptados en 2015, alegando preocupaciones sobre su soberanía y afirmando que priorizará los intereses nacionales sobre los marcos globales. La decisión, comunicada el 4 de marzo de 2025 por Edward Heartney, representante estadounidense ante la ONU, marca un giro significativo en la política exterior del país y plantea dudas sobre el futuro de la cooperación internacional en materia de desarrollo sostenible.

Un giro inesperado en la política exterior estadounidense

El anuncio se produjo durante la 58ª Reunión Plenaria de la Asamblea General de la ONU, donde Heartney declaró que \»los esfuerzos globalistas como la Agenda 2030 y los ODS perdieron en las urnas\». Este cambio de rumbo, aunque no del todo sorprendente, representa una ruptura con el compromiso histórico de Estados Unidos con los ODS, que incluyen metas como la erradicación del hambre, la protección del medio ambiente y la promoción de la igualdad de género.

El representante estadounidense argumentó que los ODS avanzan \»un programa de gobernanza global suave incompatible con la soberanía de Estados Unidos y perjudicial para los derechos e intereses de los estadounidenses\». Además, vinculó la decisión con los resultados de las elecciones de 2024, afirmando que el gobierno tiene el mandato de \»cuidar primero y principalmente de los suyos\».

Preocupaciones sobre soberanía e influencia china

El discurso de Heartney también destacó preocupaciones sobre la influencia de China en la ONU, criticando la posible asociación del concepto de \»coexistencia pacífica\» con los \»Cinco Principios de Coexistencia Pacífica\» promovidos por Pekín. Según el representante, esto podría socavar la independencia de la ONU y diluir las críticas a los abusos de derechos humanos en China.

Además, el gobierno estadounidense expresó su desacuerdo con lo que denominó \»ideología de género y climática\» dentro de los ODS, áreas en las que el presidente Trump ha buscado un \»cambio de rumbo claro y necesario\».

Implicaciones para el desarrollo global

El rechazo de Estados Unidos a los ODS plantea serias dudas sobre el futuro de los esfuerzos globales de desarrollo sostenible. Como una de las economías más grandes del mundo y un actor clave en la ONU, la retirada estadounidense podría afectar la financiación, coordinación y el impulso político detrás de estas iniciativas.

Según la ONU, aunque se han logrado avances en varios frentes desde 2015, la pandemia de COVID-19 y otras crisis globales han ralentizado el progreso. La falta de participación formal de Estados Unidos podría dificultar aún más el cumplimiento de los objetivos para 2030.

Un patrón de desvinculación internacional

Esta decisión se enmarca en un patrón más amplio de escepticismo hacia los acuerdos multilaterales por parte de la administración Trump. Durante su primer mandato (2017-2021), Estados Unidos se retiró del Acuerdo de París sobre el clima, la UNESCO y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, entre otros. Ahora, la administración ha señalado su intención de retirarse nuevamente del Acuerdo de París y ha expresado dudas sobre instituciones como la OTAN y la Organización Mundial de la Salud.

El rechazo a los ODS representa una de las mayores desviaciones del orden internacional establecido después de la Segunda Guerra Mundial, en el que Estados Unidos desempeñó un papel central. A medida que se acerca el plazo de 2030, la comunidad internacional enfrenta el desafío de avanzar en los esfuerzos de sostenibilidad sin la participación formal de uno de sus actores más influyentes.

El anuncio de Estados Unidos deja abierta la pregunta sobre si continuará trabajando en iniciativas de desarrollo sostenible fuera del marco de la ONU. Mientras tanto, el mundo observa cómo este giro político podría redefinir el futuro de la cooperación global en un momento crítico para el planeta y sus habitantes.