Cinco pasos clave para reportar la huella de carbono en empresas

Las empresas deben medir y reportar sus emisiones de carbono para cumplir con normativas y mejorar su sostenibilidad. Aquí te explicamos cinco pasos esenciales para lograrlo.
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Personas trabajando en documentos con gráficos, junto a un ordenador portátil.
Imagen que muestra a varias personas en un entorno de oficina, concentradas en documentos impresos con gráficos verdes, mientras utilizan un ordenador portátil.

Cinco pasos clave para que las empresas comiencen a reportar su huella de carbono

Ante las crecientes exigencias regulatorias y sociales, las empresas en todo el mundo están obligadas a medir y reportar sus emisiones de carbono. Sin embargo, muchas desconocen por dónde empezar. Aquí presentamos cinco pasos esenciales para que las organizaciones puedan comenzar a recopilar datos precisos y establecer un sistema de reporte de carbono efectivo, según expertos en sostenibilidad.

1. Establecer los límites organizacionales

El primer paso para medir la huella de carbono es definir los límites organizacionales. Existen dos enfoques principales: el enfoque de equidad y el enfoque de control. En el primero, las empresas miden las emisiones según su participación accionaria en una operación. En el segundo, se responsabilizan de todas las emisiones de las operaciones que controlan directamente. Este paso es crucial para determinar qué emisiones deben ser contabilizadas.

2. Definir el límite operativo

Una vez establecidos los límites organizacionales, las empresas deben definir su alcance operativo. Esto implica identificar todas las fuentes de emisiones, tanto directas (alcance 1) como indirectas (alcance 2 y 3). Mientras que el alcance 1 cubre emisiones propias, como el uso de combustibles, el alcance 2 incluye emisiones derivadas de la energía comprada. El alcance 3, más complejo, abarca emisiones indirectas como viajes de empleados o gestión de residuos.

3. Elegir un año base

Seleccionar un año base reciente y representativo es fundamental para medir el progreso hacia la neutralidad de carbono. Este año servirá como punto de referencia para comparar futuras reducciones de emisiones. Un año base bien elegido permite a las empresas documentar su avance de manera precisa y transparente.

4. Identificar las fuentes de emisiones

El siguiente paso es identificar las actividades que generan emisiones dentro de los límites definidos. Es esencial categorizar correctamente estas emisiones en alcance 1, 2 o 3, ya que un error en esta clasificación puede llevar a una subestimación o sobreestimación de la huella de carbono. Este proceso es clave para diseñar estrategias efectivas de reducción.

5. Comenzar a recopilar datos

Finalmente, las empresas deben recopilar datos detallados sobre sus actividades. Este análisis inicial proporcionará una imagen clara de las emisiones generadas y permitirá identificar patrones de consumo energético. Con esta información, las organizaciones pueden implementar medidas para reducir su impacto ambiental y avanzar hacia sus objetivos de sostenibilidad.

Contexto histórico: La presión global por la transparencia climática

En los últimos años, la presión sobre las empresas para que reporten sus emisiones de carbono ha aumentado significativamente. Normativas como el CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) en la Unión Europea y estándares globales como los del ISSB (International Sustainability Standards Board) están impulsando a las organizaciones a adoptar prácticas más transparentes. Este cambio refleja una tendencia global hacia la responsabilidad ambiental corporativa.

Fuentes y transparencia

La información presentada se basa en análisis de expertos en sostenibilidad y reportes de organizaciones como ClearVUE.Business. Se recomienda a las empresas consultar guías específicas y estándares internacionales, como los del GHG Protocol, para asegurar la precisión de sus reportes.

Implicaciones y cierre

La medición y reporte de la huella de carbono no solo es una obligación regulatoria, sino también una oportunidad para mejorar la eficiencia operativa y la reputación corporativa. Aunque el proceso puede ser complejo, establecer un sistema robusto de reporte permite a las empresas planificar mejor su transición hacia la neutralidad de carbono y contribuir a la lucha global contra el cambio climático.