Corredores verdes para salvar a los gibones de Java

Una ONG y comunidades rurales plantan árboles nativos en Indonesia para reconectar hábitats fragmentados y salvar a los últimos 4.000 gibones de Java.
Mongabay Environmental News

Conservacionistas plantan corredores para salvar a los últimos gibones de Java

Solo quedan 4.000 ejemplares en estado salvaje. Una ONG local y comunidades rurales trabajan para reconectar fragmentos de bosque en Indonesia. La pérdida de hábitat y la caza furtiva han llevado a esta especie a la lista de peligro de extinción de la UICN.

«Un grito que se apaga en los bosques de Java»

Los gibones de Java (Hylobates moloch) enfrentan aislamiento extremo debido a la deforestación masiva. La ONG SwaraOwa advierte que grupos de solo 4-5 individuos quedaron atrapados en parcelas de 5 hectáreas, incapaces de migrar o aparearse de forma segura. «Sin cubierta arbórea continua, están condenados», explican los investigadores.

La solución: corredores verdes

Jóvenes agricultores de Medolo lideran la plantación de 500 árboles nativos para crear pasos entre bosques. Su meta es alcanzar 800 árboles en dos años, priorizando zonas ribereñas que también previenen inundaciones. Las especies elegidas, como el pucung (Pangium edule), imitan el ecosistema original.

Cuando la comunidad toma la iniciativa

El proyecto nació al descubrir que Medolo albergaba cinco primates endémicos. «Fue un punto de orgullo que movilizó a los jóvenes», relatan los coordinadores. Los aldeanos ahora ven los gibones como «riqueza para el futuro», no como amenaza para sus cultivos.

Un siglo de presión humana

Java, con 140 millones de habitantes, perdió el 90% de sus bosques primarios por agricultura y urbanización. Entre 2000-2010, la caza furtiva para carne y mascotas diezmó poblaciones enteras. Aunque la población de gibones creció un 20% en la última década, siguen confinados a áreas no protegidas.

El canto podría volver

Los primeros resultados muestran que la reforestación comunitaria funciona. Pero el éxito final dependerá de mantener estos esfuerzos en un territorio donde el 60% del hábitat sigue fragmentado. Los gibones, símbolos vivientes de Java, podrían recuperar su coro matutino si los corredores logran unir sus refugios aislados.