Dos cisternas detenidas en Caranavi apagaron sus GPS tras entregar combustible en La Paz
Dos cisternas que transportaban combustible fueron detenidas en Caranavi, norte de La Paz, tras desconectar sus sistemas de GPS después de realizar una entrega en una estación de servicio de la ciudad. La Administración Nacional de Hidrocarburos (ANH) investiga el caso por presunta comercialización, almacenaje y compra ilegal de combustible, y ya se han aprehendido a dos personas vinculadas al hecho. Los vehículos, que transportaban 24 mil litros de diésel y 24 mil litros de gasolina, fueron interceptados por pobladores locales, quienes denunciaron un posible desvío del carburante.
El rastro perdido de las cisternas
Según Andrés Lamas, jefe de la Unidad de Análisis y Evaluación Técnica de la ANH, las cisternas con placas 1460-IPU y 244-6RPI salieron de la planta de Senkata el 18 de marzo con destino a una estación de servicio en La Paz. Tras la entrega, los conductores desconectaron los sistemas de GPS en la madrugada del jueves, perdiéndose el rastro de los vehículos hasta su aparición en Caranavi. \»Lastimosamente, esta cisterna se dio maneras para desconectar el GPS, lo que perjudicó el control correspondiente\», afirmó Lamas.
Los vehículos fueron detenidos por una turba de pobladores al intentar ingresar a Caranavi, lo que generó momentos de tensión y caos. Según testimonios recogidos por medios locales, los vecinos exigían que el combustible fuera distribuido en la zona. Ambas cisternas quedaron precintadas por la Policía, que inició una investigación sobre el posible desvío de carburante hacia actividades ilegales, como la minería no autorizada.
Un apagón que facilitó el desvío
Una dirigente local, en declaraciones al medio Red Amanecer, señaló que un apagón en Caranavi la noche del jueves fue aprovechado por desconocidos para llevarse las cisternas, que aún contenían combustible. La Policía confirmó que \»personas contratadas\» se llevaron los vehículos, aunque su paradero sigue siendo desconocido. Este incidente ha generado preocupación en la región, donde la falta de combustible ha afectado a sectores productivos y ha alimentado sospechas de desvíos hacia actividades ilícitas.
La ruta previa de las cisternas
Lamas detalló que las cisternas habían realizado entregas previas en estaciones de servicio de San Borja y el norte de La Paz, escoltadas por las Fuerzas Armadas, como parte de un protocolo establecido por el gobierno. \»Todas las cisternas que salen de la Planta Senkata son escoltadas por personal militar para garantizar la seguridad del combustible\», explicó. Sin embargo, tras su regreso a la planta sin novedades, los vehículos fueron utilizados en un operativo que terminó en Caranavi, donde se perdió el control sobre ellos.
Contexto histórico: La sombra de los desvíos de combustible
Este caso no es aislado en Bolivia, donde los desvíos de combustible hacia la minería ilegal y otros mercados negros han sido recurrentes en los últimos años. La falta de control en las rutas de distribución y la corrupción en el sector han dificultado la erradicación de estas prácticas. En 2023, por ejemplo, se reportaron varios casos similares en los Valles cruceños, donde el combustible destinado a la agricultura terminó siendo vendido a precios elevados en el mercado informal.
Además, la crisis de combustibles en Bolivia se ha agravado por la disminución de la producción nacional y la dependencia de importaciones. El gobierno ha intentado reforzar los controles, pero los incidentes como el de Caranavi evidencian las limitaciones del sistema actual.
Fuentes y transparencia
La información presentada en esta noticia proviene de declaraciones oficiales de la ANH, testimonios de pobladores recogidos por medios locales como Red Amanecer, y reportes policiales. Se ha contrastado con datos históricos sobre desvíos de combustible en Bolivia y con el contexto actual de crisis en el sector hidrocarburífero.
El caso de las cisternas detenidas en Caranavi pone en evidencia las debilidades del sistema de control de combustibles en Bolivia y la persistencia de redes ilegales que operan en el sector. Mientras las autoridades avanzan en la investigación, la población local exige medidas más efectivas para garantizar el acceso al combustible y evitar su desvío hacia actividades ilícitas. Este incidente podría reavivar el debate sobre la necesidad de reformas profundas en la gestión de los recursos hidrocarburíferos del país.