Choferes de La Paz suspenden paro de transporte pero mantienen estado de emergencia por falta de combustible
El sector del transporte público en La Paz ha decidido suspender el paro de 48 horas programado para el lunes 24 y martes 25 de marzo, tras una reunión con autoridades gubernamentales. Sin embargo, los choferes mantienen un estado de emergencia debido a la irregular distribución de combustible en el país, que ha generado largas filas en los surtidores y afectado a la cadena productiva. El Gobierno tiene un plazo de 48 horas para responder a las demandas del sector.
Un paro suspendido, pero no resuelto
El ejecutivo de la Federación Departamental de Choferes 1 de Mayo de La Paz, Edson Valdez, confirmó que el paro fue levantado tras una reunión con las autoridades. Sin embargo, advirtió que “seguimos en estado de emergencia, no se ha solucionado del todo”. El sector exige una distribución regular de combustible y la eliminación de las filas en los surtidores, que han complicado el funcionamiento del transporte urbano.
El pliego petitorio entregado al Gobierno incluye también la necesidad de garantizar el abastecimiento de combustible en todo el país, especialmente en regiones como Santa Cruz, donde la cadena productiva ha sido afectada por la escasez de diésel. “Si cumple el Gobierno no va a haber más medidas de presión, pero si no cumplen vamos a seguir”, agregó Valdez.
Un plazo de 48 horas para el Gobierno
La dirigencia nacional de los choferes de Bolivia ha dado al Gobierno un plazo de dos días para responder a sus demandas. Lucio Gómez, ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, declaró que “declaramos cuarto intermedio en el término de 48 horas, de no ser así vamos a continuar con las medidas”. Esto significa que, de no recibir una respuesta satisfactoria, el sector podría reactivar las movilizaciones.
El problema de la falta de combustible no es nuevo. En los últimos meses, los derrumbes en las carreteras del norte de La Paz han dificultado el traslado de combustible, lo que ha generado desabastecimiento en varias regiones. Además, la demanda de diésel en Santa Cruz supera la oferta, con un requerimiento diario de 3,3 millones de litros frente a los 2 millones que YPFB ha logrado despachar.
Impacto en la cadena productiva
La escasez de combustible no solo afecta al transporte público, sino también a la cadena productiva. En Santa Cruz, por ejemplo, la falta de diésel ha provocado que productos como las verduras lleguen tarde y en mal estado a los mercados. “La cadena productiva requiere 3,3 millones de litros diarios, pero solo se están despachando 2 millones”, señaló la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).
Este desabastecimiento ha generado preocupación entre los comerciantes y productores, quienes temen que la situación se agrave si no se toman medidas urgentes. Además, el ministro de Hidrocarburos ha minimizado la emergencia en los Valles cruceños, lo que ha generado críticas por parte del sector.
Contexto histórico: una crisis recurrente
La falta de combustible es un problema recurrente en Bolivia, especialmente en regiones como La Paz y Santa Cruz. En los últimos años, los derrumbes en las carreteras y la falta de inversión en infraestructura han complicado el traslado de combustibles desde las refinerías hasta los centros de distribución.
Además, la muerte de Carlos Villegas, ex presidente de YPFB, ha dejado un vacío en la gestión de los hidrocarburos en el país. Según declaraciones recientes, “YPFB perdió el rumbo” tras su fallecimiento, lo que ha generado incertidumbre en el sector.
En los próximos días, el Gobierno deberá responder a las demandas del sector del transporte público, que ha dejado en claro que no descarta reactivar las movilizaciones si no se cumplen sus exigencias. Mientras tanto, la falta de combustible sigue afectando a la cadena productiva y al transporte urbano, generando preocupación entre los ciudadanos y los sectores económicos.