Republicanos divididos por reforma fiscal antes del 4 de julio

Trump y Johnson presionan para aprobar una reforma fiscal, pero legisladores republicanos resisten por recortes a Medicaid y desviaciones del proyecto original.
POLITICO

Johnson y Trump presionan a republicanos para aprobar reforma fiscal antes del 4 de julio

Decenas de legisladores republicanos se resisten por recortes a Medicaid y desviaciones del proyecto original. El líder de la mayoría, Steve Scalise, insiste en que la versión del Senado conserva el 85% de lo acordado inicialmente. La votación podría retrasarse ante la falta de consenso.

«Un pulso entre la prisa y las reservas»

El presidente Donald Trump y el portavoz Mike Johnson buscan aprobar una ambiciosa reforma fiscal y de seguridad social antes del 4 de julio. Sin embargo, fiscales conservadores y centristas en distritos competitivos exigen modificar el texto, especialmente por los recortes más profundos a Medicaid incluidos por el Senado.

La rebelión de los halcones fiscales

Chip Roy (republicano por Texas) calificó de «basura» los intentos de la Casa Blanca por minimizar sus preocupaciones. Ralph Norman (Carolina del Sur) y Andy Ogles (Freedom Caucus) también abogan por «devolver el proyecto al Senado» si no se ajusta a sus demandas. Mientras, Scalise asegura que avanzarán «sin cambios».

El dilema de los centristas

Johnson admitió que los recortes a Medicaid «fueron más allá de lo deseado», lo que preocupa a legisladores en distritos clave. Victoria Spartz (Indiana) alertó que el texto viola «el marco fiscal mínimo en medio billón de dólares». Don Bacon, centrista que no buscará reelección, optó por no pronunciarse.

Un Senado que no cede

Johnson intentó sin éxito suavizar los recortes a Medicaid con líderes del Senado. Mehmet Oz, responsable del programa, defendió que los ajustes combaten «desperdicio y fraude», pero varios republicanos temen el impacto electoral. «Podríamos perder la mayoría», advirtió el portavoz en privado.

La sombra de las elecciones

El paquete llega en un año electoral, con republicanos divididos entre lealtad a Trump y el temor a afectar servicios públicos. La presión por aprobarlo rápido choca con las advertencias de Roy: «Las chances son mucho menores que hace 48 horas».

¿Votación en suspenso?

Fuentes cercanas al liderazgo anticipan que la votación podría posponerse si no hay garantías de éxito. Un legislador anónimo señaló que «fracasaría por la mezcla de halcones fiscales y detractores de los recortes sanitarios». Johnson, no obstante, mantiene su «optimismo» para cumplir el plazo.