EEUU incauta cientos de cuentas y ordenadores en esquema norcoreano de IT
Agentes norcoreanos infiltraron más de 100 empresas estadounidenses. Operaban con identidades robadas y herramientas de IA para evadir sanciones y financiar programas armamentísticos de Pyongyang. El Departamento de Justicia anunció el operativo este lunes tras investigaciones en 16 estados.
«Un fraude que financia armas norcoreanas»
El esquema involucró a trabajadores remotos norcoreanos que, con ayuda de cómplices en EEUU, China, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Taiwán, obtuvieron empleo en empresas tecnológicas. Según el Departamento de Justicia (DOJ), robaron propiedad intelectual y criptomonedas, enviando fondos al régimen de Kim Jong-un. Entre las víctimas figura un contratista de defensa de California.
La red de «granjas de ordenadores»
Los agentes usaron 29 «granjas de portátiles» en 16 estados para simular ubicaciones en EEUU. El FBI incautó 200 ordenadores, cuentas bancarias y sitios web fraudulentos. Un estadounidense, Zhenxing Wang, fue arrestado por facilitar el esquema, que generó 5 millones de dólares robando identidades de 80 ciudadanos.
Cuatro norcoreanos acusados
Además, cuatro norcoreanos fueron imputados por robar 900.000 dólares en criptomonedas a empresas de Georgia. «Si alojas estas granjas, la ley te encontrará», advirtió Brett Leatherman, del FBI. Una mujer ya se declaró culpable en febrero por un caso similar.
El auge del teletrabajo como ventana
El DOJ señaló que el esquema se expandió con el aumento del trabajo remoto tras la pandemia. Los ciberagentes usaban IA para superar entrevistas y acceder a sistemas corporativos. El Departamento de Estado ofrece 5 millones de dólares por información que frene actividades ilícitas norcoreanas.
Una amenaza con antecedentes
Pyongyang ha recurrido a ciberdelitos para evadir sanciones internacionales, según informes previos. En 2024, el DOJ desarticuló redes similares, pero esta operación revela su sofisticación creciente y alcance global.
Vigilancia reforzada en empresas
El caso expone riesgos para firmas que contratan teletrabajadores, especialmente en sectores sensibles. El FBI alertó que cualquier contratista gubernamental podría ser objetivo futuro. Las empresas afectadas aún evalúan pérdidas.