Drones rusos atacan hospitales e infraestructura energética en Ucrania tras llamada entre Putin y Trump
Drones rusos han golpeado dos hospitales y varias infraestructuras energéticas en Ucrania, según informaron las autoridades locales este martes. Los ataques se produjeron horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, propusiera una tregua parcial de 30 días en una llamada telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump. Aunque no se reportaron heridos, los bombardeos han generado condenas internacionales y han puesto en evidencia la complejidad de las negociaciones para alcanzar un alto el fuego.
Los ataques: hospitales y energía en la mira
Los drones rusos alcanzaron dos hospitales en la región de Sumi, al noreste de Ucrania, y dañaron infraestructuras energéticas en las regiones de Dnipropetrovsk y Donetsk. Según la Administración Militar regional de Sumi, los pacientes de ambos hospitales habían sido trasladados previamente a refugios antiaéreos, lo que evitó víctimas. “Estos ataques son una violación flagrante del derecho internacional humanitario”, denunció un portavoz del gobierno ucraniano.
En la ciudad de Sloviansk, en la región de Donetsk, donde se registran los enfrentamientos más intensos, también se reportaron daños en el sistema eléctrico. La empresa nacional ferroviaria ucraniana confirmó que sus instalaciones fueron afectadas, lo que podría impactar en el transporte de bienes y personas en una zona ya golpeada por la guerra.
La llamada Putin-Trump: ¿tregua o estrategia?
El ataque se produjo horas después de que Putin y Trump mantuvieran una conversación telefónica en la que el líder ruso propuso una tregua parcial de 30 días, centrada en detener los bombardeos aéreos contra infraestructuras energéticas. Sin embargo, Trump había propuesto un alto el fuego total, que fue aceptado por Ucrania pero rechazado por Rusia. “Putin no está interesado en poner fin a la guerra”, declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Zelenski también denunció que, durante la llamada, Rusia estaba atacando “infraestructuras civiles” en Kiev y otras ocho regiones de Ucrania. “Esto demuestra que las palabras de Putin no se corresponden con sus acciones”, añadió el mandatario ucraniano.
Contexto histórico: una guerra que no cesa
El conflicto entre Rusia y Ucrania, que comenzó en 2014 con la anexión de Crimea por parte de Moscú, ha escalado dramáticamente desde la invasión rusa de febrero de 2022. A lo largo de estos años, los ataques a infraestructuras civiles y energéticas han sido una constante, afectando gravemente la vida de millones de ucranianos. Según datos de la ONU, más de 10.000 civiles han muerto y cerca de 8 millones han sido desplazados desde el inicio de la guerra.
La comunidad internacional ha condenado repetidamente estos ataques, pero las negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz han sido infructuosas. La propuesta de tregua parcial de Putin ha sido vista con escepticismo, especialmente tras los recientes bombardeos.
Repercusiones internacionales
La Unión Europea y Estados Unidos han condenado los ataques y han reiterado su apoyo a Ucrania. “Estos actos son inaceptables y deben ser investigados como crímenes de guerra”, declaró un portavoz de la UE. Por su parte, el gobierno estadounidense ha anunciado que evaluará nuevas sanciones contra Rusia si los ataques continúan.
Organizaciones humanitarias también han expresado su preocupación por el impacto de estos bombardeos en la población civil. “Los hospitales son espacios protegidos por el derecho internacional, y su ataque es una violación grave”, señaló Médicos Sin Fronteras en un comunicado.
¿Qué sigue?
La situación en Ucrania sigue siendo crítica, con ataques diarios y una población civil que sufre las consecuencias de una guerra que no parece tener fin. Mientras tanto, las negociaciones diplomáticas continúan, aunque con pocas esperanzas de un acuerdo inmediato. “La única solución es un alto el fuego total y el respeto a la soberanía de Ucrania”, concluyó Zelenski.
En los próximos días, se espera que la comunidad internacional intensifique sus esfuerzos para presionar a Rusia y alcanzar una solución pacífica. Sin embargo, mientras los bombardeos continúen, la vida de millones de ucranianos seguirá en peligro.