Bolivia enfrenta crisis económica terminal por escasez de combustibles

El gobierno boliviano anuncia medidas de emergencia ante la escasez de combustibles y divisas, agravando la crisis económica y social del país.

Bolivia enfrenta una crisis económica terminal: escasez de combustibles y divisas agravan la situación

El gobierno boliviano anunció este 19 de marzo de 2025 que no podrá cubrir la demanda interna de gasolina y diésel debido a la falta de divisas, lo que ha llevado a la adopción de diez medidas de emergencia para paliar la crisis. El ministro de Hidrocarburos y Energías confirmó que el país enfrenta una escasez crítica de combustibles, lo que podría derivar en un mercado negro y conflictos sociales. Esta situación pone en evidencia el agotamiento del modelo económico actual y la falta de recursos para cumplir con los pagos de la deuda externa, estimados en 1.700 millones de dólares anuales.

El anuncio que confirma el desastre económico

El ministro de Hidrocarburos y Energías reveló que Bolivia no cuenta con los recursos necesarios para importar combustibles, lo que ha obligado al gobierno a recortar en un 50% las importaciones. Esta decisión se suma a la falta de divisas para cumplir con los pagos de la deuda externa, lo que podría llevar al país a un incumplimiento sistemático, conocido como \»default\». \»Hemos tocado fondo\», declaró el presidente Luis Arce al anunciar las medidas, que incluyen horarios continuos obligatorios, clases virtuales y la reducción del uso del parque automotor en el sector público al 50%.

Medidas de emergencia y sus repercusiones

Las diez medidas adoptadas por el gobierno buscan mitigar el impacto de la crisis, pero también reflejan la gravedad de la situación. La escasez de combustibles podría generar violencia y conflictos sociales, mientras que la reducción de personal en el órgano judicial y la pérdida temporal del derecho al voto en la ONU por falta de pago de cuotas (770 mil dólares de deuda acumulada) evidencian la falta de recursos. Además, se teme que el gobierno haya recurrido a la emisión inorgánica de papel moneda, lo que podría desencadenar un proceso inflacionario descontrolado.

Contexto histórico: de la bonanza al colapso

Bolivia vivió una época de bonanza económica durante los gobiernos de Evo Morales, gracias a los altos precios de los hidrocarburos y las exportaciones de gas. Sin embargo, el despilfarro de recursos, la falta de inversión en diversificación productiva y el crecimiento desmedido del Estado llevaron al agotamiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN). El régimen masista acumuló una deuda total del 85% del PIB, equivalente a 36.000 millones de dólares, lo que significa que cada boliviano debe más de 3.000 dólares. Este modelo populista, basado en el gasto excesivo y la falta de planificación, ha llevado al país a una crisis terminal.

Reacciones y responsabilidades políticas

Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ha sido señalado como uno de los principales responsables del desastre económico. \»¿Qué vamos a nacionalizar para tener plata?\», declaró Morales recientemente, evadiendo su responsabilidad en la dilapidación de los recursos durante su gobierno. Por su parte, el presidente Arce enfrenta una crisis sin precedentes, sin la fuerza política necesaria para implementar los ajustes estructurales que el país requiere. \»El próximo gobierno heredará una situación insostenible\», afirmó un analista político.

Implicaciones a futuro

La crisis económica boliviana podría derivar en un escenario de hiperinflación y miseria generalizada, afectando especialmente a los sectores más vulnerables. La falta de divisas, la escasez de combustibles y la posible emisión inorgánica de moneda son factores que podrían agravar la situación. \»En la hiperinflación, millones de pobres son condenados a la miseria absoluta\», advirtió un experto en economía. El gobierno actual, en su fase terminal, parece haber agotado todas las opciones, dejando al próximo gobierno la tarea de reconstruir una economía devastada.

La crisis económica en Bolivia ha alcanzado un punto crítico, con la escasez de combustibles y la falta de divisas como principales síntomas de un modelo agotado. Las medidas de emergencia adoptadas por el gobierno son un reconocimiento tácito de que el país ha tocado fondo. El próximo gobierno enfrentará el desafío de implementar cambios estructurales para recuperar la estabilidad económica, en un contexto de desconfianza y descontento social. Mientras tanto, la población se prepara para enfrentar días de escasez, filas interminables y conflictos derivados de la crisis.