Trump cuestiona la ciudadanía por nacimiento basándose en una interpretación histórica
El presidente afirma erróneamente que la Enmienda XIV solo aplicaba a hijos de esclavos. Expertos y registros históricos demuestran que los legisladores incluyeron explícitamente a hijos de inmigrantes. La Corte Suprema no ha resuelto aún el fondo del debate, pero facilitó parcialmente medidas restrictivas.
«La historia desmonta el argumento de Trump»
Donald Trump insistió ayer que la Enmienda XIV, ratificada en 1868, solo buscaba garantizar ciudadanía a afrodescendientes liberados. Sin embargo, documentos de la época revelan que sus redactores, como el senador Jacob Howard, «dejaron claro que incluía a hijos de inmigrantes», excepto hijos de diplomáticos. Un debate en el Senado de 1866 muestra que incluso los opositores entendían este alcance.
Precedente judicial clave
En 1898, el caso United States v. Wong Kim Ark confirmó por 6 votos contra 2 que la Enmienda XIV protege a casi todos los nacidos en EE.UU., independientemente del estatus migratorio de sus padres. Wong, hijo de inmigrantes chinos, fue reconocido como ciudadano pese a las leyes exclusionistas de la época.
Corte Suprema abre fisuras legales
La decisión del 27 de junio no aborda directamente la ciudadanía por nacimiento, pero limita la capacidad de tribunales inferiores para bloquear políticas federales. Esto permite que órdenes ejecutivas de Trump —como denegar pasaportes a hijos de indocumentados— se apliquen de forma desigual, generando «confusión y derechos desiguales entre estados», según expertos.
Raíces en la reconstrucción postguerra
Tras la Guerra Civil, los estados sureños aprobaron «Códigos Negros» que restringían derechos a libertos. La Enmienda XIV y la Ley de Derechos Civiles de 1866 buscaban protegerlos, pero sus redactores ampliaron deliberadamente su alcance. Un senador de California defendió en 1866 que hijos de inmigrantes chinos también fueran ciudadanos.
Millones de ciudadanías en juego
Si se aplicara la interpretación de Trump, generaciones de estadounidenses descendientes de europeos no naturalizados perderían su estatus. El autor del artículo ejemplifica cómo sus abuelos, hijos de judíos no naturalizados, no habrían sido ciudadanos bajo este criterio. La polémica continuará mientras la Corte no se pronuncie definitivamente.