San Javier celebra tres días de fiesta en honor a San Pedro y San Pablo
La festividad, declarada Patrimonio Cultural en 2018, fusiona fe católica y tradición indígena Piñoca. Desde el 28 hasta el 30 de junio, misas, procesiones y danzas rituales de los yarituses atraen a locales y turistas en el municipio cruceño.
«Una fusión de espiritualidad y cultura ancestral»
La celebración, organizada por el Gobierno Autónomo Municipal y el Cabildo Indígena, incluye misas solemnes, conciertos y una serenata inaugural. «La serenata es lo más destacado de la noche del sábado», explicó Luis Alberto Chaves, comunicador municipal. 1.000 yarituses —guerreros rituales— participan en las procesiones, danzando por promesas espirituales.
Agenda de festejos
El domingo 29, el homenaje a San Pedro incluye una misa a las 09:30 y una procesión con los yarituses y «abuelos». La plaza principal alberga ferias gastronómicas y concursos. El lunes 30, se repite el formato para San Pablo, con una feria productiva y cultural. «Ambos días siguen el mismo ritual», detalló Chaves.
Raíces que perduran
La festividad, reconocida por la Ley Municipal Autonómica N° 080 (2017), combina el culto católico con la cosmovisión Piñoca. Los yarituses, con máscaras de cuero y cuernos, simbolizan líderes guerreros precoloniales. Su danza, guiada por los «abuelos», representa un sincretismo único que data de las reducciones jesuíticas.
Identidad viva en movimiento
La celebración atrae a javiereños que retornan a su tierra y a turistas. «Es la segunda festividad más importante del municipio», destacó Chaves. El compromiso de las nuevas generaciones y el apoyo institucional mantienen viva esta tradición, que refuerza la identidad cultural de San Javier.