Masiva protesta en Serbia exige elecciones anticipadas por corrupción
500.000 manifestantes ocuparon Belgrado contra el Gobierno de Vucic, acusado de corrupción y represión. El detonante fue un accidente mortal por fallos en una obra pública. El oficialismo rechazó convocar comicios antes de 2027.
«¡La corrupción mata!»: un grito que resonó en Belgrado
Decenas de miles de personas, lideradas por estudiantes, marcharon este sábado con pancartas como «¡Convoca elecciones, cobarde!» o «Tienen las manos ensangrentadas». La protesta incluyó 16 minutos de silencio por las víctimas del derrumbe en Novi Sad. La Policía desplegó antidisturbios cerca de edificios gubernamentales.
La respuesta del Gobierno
El presidente Aleksandar Vucic tachó las protestas de «ultimátum» y aseguró que «los matones se enfrentarán a la justicia». Su partido, el Partido Progresista Serbio, organizó un acto paralelo bajo la excusa de un «encuentro literario». Acusan a los manifestantes de planear violencia con apoyo extranjero.
El accidente que encendió la mecha
El descontento se radicalizó tras la muerte de 16 personas en noviembre de 2024, cuando colapsó una marquesina en la estación de Novi Sad. La obra, ejecutada por una constructora china, puso en duda la transparencia del Gobierno. «Queremos justicia, podríamos haber sido nosotros», declaró una estudiante a EFE.
Un Gobierno bajo presión
Vucic, aliado de Putin, gobierna desde 2017 y controla 156 de 250 escaños. Aunque en 2023 ganó con el 48% de los votos, analistas como Ivan Protic señalan que «el movimiento ciudadano aumenta la presión». En marzo, una protesta de 800.000 personas fue dispersada con un cañón de sonido.
Elecciones lejanas, tensión cercana
Los comicios están previstos para 2027, pero la exigencia de anticiparlos divide al país. Mientras el oficialismo se resiste, las protestas ganan fuerza. El sábado, algunos manifestantes chocaron con la Policía al encender bengalas al caer la noche.
Un futuro incierto para Serbia
La crisis política profundiza las divisiones en un país con un Gobierno acusado de corrupción y represión. La eficacia de las protestas dependerá de su capacidad para mantener la presión hasta 2027 o forzar un cambio antes.