Policía solo volverá al Trópico con garantías ante amenazas de ‘evistas’
El repliegue policial en el Chapare sigue vigente tras bloqueos violentos el 6 de junio. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, exige seguridad para los agentes y sus familias ante las amenazas de seguidores de Evo Morales. La región sigue bajo control de bases cocaleras que protegen al expresidente.
«Sin seguridad, no hay retorno»
El ministro Ríos afirmó que «los evistas continúan amenazando la vida e integridad de policías y sus familias». El repliegue a Cochabamba se decidió tras los bloqueos violentos del 6 de junio, cuando seguidores de Morales exigían su habilitación presidencial. «La reposición de servicios dependerá de garantías reales», insistió.
Un Trópico en tensión
Las bases cocaleras mantienen un «fuerte resguardo» alrededor de Morales en el Chapare, ante el temor de una posible aprehensión por procesos judiciales pendientes. La Policía no ha retornado desde su salida, dejando la seguridad de la zona en manos de los simpatizantes del expresidente.
Raíces del conflicto
El Trópico de Cochabamba es bastión histórico de Evo Morales y escenario recurrente de tensiones políticas. Los bloqueos de junio revivieron patrones de protesta usados anteriormente para presionar al gobierno. La región sigue siendo un «punto neurálgico» en la polarización boliviana.
Un retorno condicionado
La presencia policial en el Chapare queda supeditada a acuerdos que garanticen la seguridad de los agentes. Mientras, el control territorial sigue dividido entre el Estado y las bases leales a Morales, perpetuando la incertidumbre en la zona.