Candidatos bolivianos presentan programas económicos opuestos para elecciones 2025
Diez aspirantes presidenciales se dividen entre economía de mercado y modelo estatista. Los comicios del 17 de agosto definirán el rumbo económico del país, marcado por una crisis persistente desde 2006. Los electores evaluarán promesas en un contexto de desaceleración y alta inflación.
«Consistencia: el desafío de las promesas electorales»
El artículo analiza la brecha entre discursos y realidades económicas en campaña. Según el economista Carlos Alfredo Rodríguez, «ningún modelo es cien por ciento correcto», pero algunos son políticamente consistentes y económicamente insostenibles. Los candidatos oficialistas proponen continuar con el dirigismo estatal, mientras la oposición promete liberalización y acuerdos con el FMI.
Oferta electoral dividida
Los diez candidatos se agrupan en dos bloques: seis promueven economías de mercado (tres con enfoque mixto y tres de libre mercado) y cuatro defienden el modelo estatista. Entre las promesas destacan: normalizar el suministro de dólares en 100 días, reducir gasto público o impulsar la industrialización.
Lecciones del pasado
El texto recuerda promesas incumplidas históricas, como el plan de 100 días de Hernán Siles Zuazo (1982) o la meta de convertir a Bolivia «en Suiza» durante los gobiernos de Evo Morales. El actual PDES 2021-2025 solo cumplió entre el 50% y 70% de sus metas, con inflación superando el 100%.
Elecciones en modo simulador
Citando al Nobel James Buchanan, se describe el comportamiento de los políticos como maximizadores de utilidad. El economista Juan Carlos de Pablo compara la campaña con «un piloto en simulador», donde los errores no tienen consecuencias reales. Guillermo Calvo advierte que las soluciones impopulares solo llegan tras crisis profundas.
Un voto con costo económico
El proceso electoral ocurre en un contexto de desincentivos a la producción privada desde 2006, con empresas públicas ineficientes y reglas poco claras. Los ciudadanos enfrentan inflación, escasez de dólares y dependencia de importaciones.
La pelota está en el votante
La decisión del 17 de agosto implicará elegir entre modelos antagónicos, con consecuencias directas en empleo, inversión y costo de vida. El texto insta a analizar consistencia entre promesas y acciones pasadas, evitando «miopía económica» al votar.