Fans de «Love Island USA» controlan el destino de concursantes con votaciones
Los espectadores decidieron separar a una pareja tóxica en el reality. La interacción en redes y aplicaciones ha generado polémica por acoso a participantes y sus familias. La plataforma Peacock emitió una advertencia contra el ciberacoso.
«América votó: queremos caos»
En el episodio 13 de Love Island USA, los espectadores votaron masivamente para separar a Huda Mustafa y Jeremiah Brown, una pareja con dinámica tóxica. «Era lo correcto, aunque no fuera justo», afirmó Carson Campbell, un fan que participó en la decisión. La reacción de Mustafa, llamada «crash out» (crisis emocional), se viralizó en redes.
Repercusión en la vida real
El exnovio de Mustafa, Noah Sheline, padre de su hija, recibió mensajes de fans instándole a buscar la custodia. «Esto es poco saludable», declaró Sheline en TikTok. Peacock alertó sobre el acoso tras amenazas de muerte a otros concursantes.
Fans como productores invisibles
La audiencia no solo vota eliminatorias, sino que investiga el pasado de los participantes. Antes del estreno, fans expusieron supuestos vínculos políticos de dos concursantes, lo que llevó a la salida de uno. También circularon teorías sobre relaciones previas entre otros islanders.
¿Diversión o obsesión?
El terapeuta Alo Johnston explica que algunos espectadores proyectan traumas personales en los participantes. La exproductora Colman Feighan añade: «Cuando no controlan el resultado, tienen sus propios ‘crash outs'».
Un reality con antecedentes trágicos
Las versiones británica y estadounidense de Love Island han enfrentado críticas por el impacto mental en concursantes. Tres participantes del formato UK murieron por suicidio entre 2018 y 2020. Desde entonces, el show incluye evaluaciones psicológicas postgrabación.
El amor en tiempos de redes sociales
La temporada registró 1.200 millones de minutos vistos en dos semanas, pero la línea entre entretenimiento y acoso se difumina. Mientras algunos fans celebran el drama, otros cruzan límites al contactar familias o difundir información privada. La producción sigue editando según tendencias en redes, alimentando la polarización.