Trump anuncia alto el fuego tras ataques aéreos contra Irán
El presidente estadounidense ordenó bombardeos a instalaciones nucleares iraníes. La acción militar, respaldada por el 80% de votantes republicanos, sigue a los ataques previos de Israel. Trump defiende que el programa nuclear iraní fue «obliterado», pese a informes de inteligencia que sugieren solo meses de retraso.
«Doctrina Trump»: golpear y retirarse
El vicepresidente JD Vance define la estrategia como «articular un interés claro y usar fuerza abrumadora, pero evitar conflictos prolongados». Los ataques del 21 de junio duraron 12 días, según el mandatario, quien busca capitalizar el debilitamiento previo del liderazgo militar y nuclear iraní por acciones israelíes.
División en la administración
Mientras halcones como Lindsey Graham califican los bombardeos de «brillantes», los «restriccionistas» dentro del gobierno —encabezados por Vance y el subsecretario de Defensa Elbridge Colby— argumentan que la intervención fue «mal concebida». Fuentes cercanas al Pentágono señalan que «no hay voces mayoritariamente belicistas en la administración».
La trampa del poder global
Expertos como Stephen Wertheim advierten que la presencia militar estadounidense en Oriente Medio «hereda los problemas de la región». EE.UU. mantiene 40,000 tropas en la zona y alianzas con países como Qatar y Kuwait. Su gasto militar supera al de China, Rusia y otros siete países combinados.
De Obama a Trump: el péndulo bélico
Trump repite el patrón de sus predecesores: prometió reducir el intervencionismo pero ordenó ataques. Biden buscó retirarse de Afganistán, pero aumentó el apoyo a Ucrania e Israel. La estructura de alianzas y bases militares globales limita las políticas de restricción.
¿Paz o nueva escalada?
El alto el fuego negociado por Trump tras el ataque simbólico iraní a la base Al Udeid (Qatar) marca un respiro. Pero si Irán reanuda su programa nuclear, los «restriccionistas» recuperarán influencia. La promesa de la OTAN de aumentar su gasto defensivo al 5% del PIB podría redistribuir cargas, pero no garantiza menor protagonismo estadounidense.