Precio de la quinua sube pero productores no mejoran ingresos

El quintal de quinua alcanza su máximo en años, pero la inflación y los costes de producción anulan las ganancias de los productores del Altiplano Sur.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia

Precio de la quinua sube a Bs 1.400 pero productores no mejoran ingresos

El quintal de quinua alcanza su máximo en años, pero la inflación y los costes de producción anulan las ganancias. Productores del Altiplano Sur denuncian que el alza es engañosa por el encarecimiento de insumos y la canasta familiar. La situación se agrava por fenómenos climáticos que reducen la productividad.

«Estamos igual que cuando el quintal valía Bs 350»

Benjamín Huarachi, presidente del Consejo Regulador de la Quinua del Altiplano Sur, detalla que el precio actual (Bs 1.400) equivale en poder adquisitivo al de años anteriores. «Un quintal de arroz ahora cuesta Bs 600, antes lo comprábamos con Bs 280 cuando nuestra quinua valía Bs 350», ejemplifica. La inflación neutraliza cualquier beneficio.

Insumos más caros, menos rentabilidad

Los productores enfrentan escasez de herramientas y fertilizantes, cuyos precios se dispararon. Huarachi revela que algunos cultivos incluso generan déficit por los costes. A esto se suma la baja productividad por sequías y heladas, fenómenos recurrentes en la región.

Un mercado que no refleja la realidad

Mientras el precio de venta parece alto, la canasta familiar y los insumos agrícolas crecen a mayor ritmo. «Es una bonanza ficticia», insiste Huarachi. Los datos confirman que, ajustando por inflación, los ingresos netos de los agricultores se mantienen estancados.

La quinua, entre el clima y la economía

El Altiplano Sur depende históricamente de este cultivo, pero su producción es vulnerable a factores externos. En la última década, la quinua boliviana enfrentó fluctuaciones por demanda internacional y políticas arancelarias, como el reciente impuesto del 10% en EE.UU., su principal mercado.

Un futuro incierto en el campo

La situación actual muestra que el aumento de precios no garantiza mejoras para los productores. Sin políticas que controlen los costes de insumos y protejan ante fenómenos climáticos, la rentabilidad del «grano de oro» seguirá en riesgo.