Trump impone aranceles que afectan a la minería de bitcoin en EE.UU.
Los nuevos impuestos del 55% a importaciones chinas elevan costes para mineros estadounidenses. La medida contradice el objetivo del presidente de consolidar al país como líder global en esta industria. Analistas advierten un posible éxodo del sector.
«Dos pasos adelante, uno atrás»
Donald Trump prometió en 2024 convertir a EE.UU. en la «capital mundial de la minería de bitcoin», con hardware fabricado localmente. Sin embargo, sus aranceles del 55% a equipos chinos —usados por el 97% de las empresas— encarecen la actividad. La firma Auradine, fabricante estadounidense, podría beneficiarse, pero mineros como MARA Holdings ya diversifican hacia IA o se expanden fuera del país.
El dilema de los mineros
Las compañías enfrentan costes adicionales por contratos pendientes con proveedores chinos (Bitmain y MicroBT). A esto se suman márgenes reducidos por la caída de recompensas en bitcoin y la competencia con empresas de IA por energía. «Si esto continúa, la minería seguirá saliendo de EE.UU.», advierte Chris Bendiksen de CoinShares.
Oportunidad para fabricantes locales
Auradine, con sede en Santa Clara, recibió un aumento del 153% en pedidos tras los aranceles. Su CEO, Rajiv Khemani, afirma que clientes buscan «protegerse del riesgo tarifario». No obstante, su cuota de mercado sigue siendo mínima frente a los gigantes chinos.
Un sector en transición
La minería de bitcoin en EE.UU. ya enfrentaba presiones antes de los aranceles. El 60% de las empresas, como Riot Platforms o Core Scientific, están migrando a centros de datos para IA. Solo grandes operadores como CleanSpark mantienen enfoque exclusivo en criptomonedas.
Energía: el talón de Aquiles
Según el Departamento de Energía, la IA consumirá el 22% de la electricidad residencial para 2028, desplazando a mineros por su menor capacidad de pago. «Las empresas de IA están superando nuestras ofertas», reconoce Fred Thiel de MARA Holdings.
Promesas vs. realidad
La Casa Blanca insiste en que los aranceles y el apoyo a la minería son «compatibles», pero analistas como Bendiksen lo consideran «palabras vacías». Mientras, Bitmain y MicroBT ya construyen fábricas en EE.UU., lo que podría neutralizar el impacto de los impuestos a largo plazo.
A la espera de julio
El sector aguarda el fin de la pausa de 90 días en los aranceles para tomar decisiones. Mientras, la consolidación de mineros pequeños parece inevitable. El sueño de un bitcoin 100% estadounidense pende de un hilo.