Investigadores afirman que el accidente de Alaska Airlines era evitable
La NTSB señala fallos sistémicos en Boeing y la FAA. El desprendimiento de una puerta en pleno vuelo en 2024 reveló problemas de calidad y supervisión. El incidente, sin víctimas, generó críticas a la cultura de seguridad de la aeronáutica.
«Un accidente que nunca debió ocurrir»
La presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy, declaró que el fallo en el Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines fue «previsible». Criticó que tanto Boeing como la FAA no detectaran «fallos en cascada» en la fabricación y supervisión. «La aviación es más resistente; esto solo pasa con múltiples errores sistémicos», afirmó.
Responsabilidades compartidas
Homendy destacó que los empleados de Boeing no son los únicos responsables, sino que hubo fallos documentales y de control. La FAA, como «última barrera de seguridad», también fue cuestionada por su falta de supervisión efectiva. Tras el incidente, la agencia limitó la producción del 737 MAX e inspeccionó las puertas de la flota.
Problemas recurrentes
Investigadores señalaron posibles tornillos faltantes en la puerta desprendida, fabricada por el contratista Spirit AeroSystems. Denunciantes en audiencias del Congreso ya habían alertado sobre una cultura corporativa que priorizaba producción sobre seguridad. Un ingeniero de Boeing declaró en 2024 que lo silenciaron al plantear preocupaciones.
Miedo a 11.000 metros
Homendy relató escenas de pánico en el vuelo: auxiliares luchando por cerrar compartimentos y una madre que creyó que su hijo había sido succionado por el hueco. «Puso en riesgo 177 vidas y potencialmente a personas en tierra», subrayó. Pese a ello, valoró mejoras recientes en Boeing y la FAA.
Antecedentes: Una sombra sobre el gigante
Boeing enfrenta críticas desde los accidentes del 737 MAX en 2018 y 2019. El incidente de 2024 reavivó dudas sobre sus controles de calidad y la supervisión regulatoria. La FAA, por su parte, ha implementado planes de acción correctiva, pero la NTSB insiste en que deben ser más robustos.
Lecciones en pleno vuelo
El caso evidencia fisuras en la cadena de seguridad aeronáutica, desde la fabricación hasta la regulación. La NTSB confía en que Boeing y la FAA incorporen las recomendaciones, aunque el proceso de reparación de confianza sigue en curso.