Trump busca desescalar tensiones tras ataque iraní a base de EE.UU. en Catar
El presidente estadounidense calificó el ataque como «respuesta débil» y celebró que no hubo víctimas. El conflicto se originó tras los bombardeos israelíes y estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes. Catar denunció la violación de su soberanía.
«Es hora de la paz», pero con misiles interceptados
Donald Trump confirmó que Irán atacó la base aérea Al Udeid en Catar, pero destacó que Teherán advirtió con antelación, evitando víctimas. «13 misiles fueron interceptados y uno ignorado por su trayectoria no amenazante», escribió en Truth Social. Aunque minimizó los daños, calificó el ataque como «débil».
Reacción de Catar y estrategia iraní
El portavoz catarí Majed al-Ansari denunció «una violación flagrante de la soberanía» y afirmó que sus defensas antiaéreas neutralizaron los misiles. Expertos señalan que Irán, «con un 40% de su infraestructura de lanzamiento destruida» (según Behnam Ben Taleblu), busca salvar su imagen sin provocar una guerra abierta.
Jaque al régimen: entre la venganza y la supervivencia
Jonathan Panikoff, exfuncionario de inteligencia de EE.UU., advirtió que Irán podría planear ataques asimétricos futuros. El régimen enfrenta el dilema de «responder sin desencadenar una represalia masiva», mientras Trump insiste en negociaciones. Catar, tradicional mediador, ahora amenaza con una respuesta proporcional.
Un conflicto con misiles y mensajes
La escalada comenzó con los ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes, seguidos por bombardeos de EE.UU. Irán, con 3.000 misiles antes del conflicto, lanzó una respuesta calculada para evitar víctimas, pero reafirmando su capacidad ofensiva.
¿Paz o tregua frágil?
La conciliatoria postura de Trump sugiere un intento por evitar una guerra regional, pero expertos subrayan que Irán podría retaliar de formas no convencionales. La estabilidad dependerá de si Teherán considera saldada su cuenta o prolonga la confrontación en la sombra.