Gobierno boliviano entregará 14.500 cilindros de GNV hasta agosto
La EEC-GNV distribuirá equipos gratuitos para transporte público y con costo para privados. El programa busca reducir la dependencia de combustibles líquidos. Analistas critican su retroceso frente a la gestión privada anterior.
«Soberanía energética con conversión a gas»
La Entidad Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EEC-GNV) inició en mayo la entrega de 14.500 cilindros (40 a 100 litros) en todo el país. Mario Alberto Sapiencia, director ejecutivo, afirmó que el programa «fortalece la soberanía energética» y alivia el subsidio a combustibles tradicionales. La demanda creció por la escasez de gasolina, pero la falta de dólares complicó las importaciones.
Talleres en crisis y mercado informal
Talleres especializados denuncian falta de trabajo desde 2024 por la escasez de equipos nuevos. Los cilindros informales llegan a costar Bs 7.000. Sapiencia destacó que 208 talleres vigentes operan con tecnología de inyección secuencial, incorporada desde 2022. Hasta mayo, 235.871 vehículos han sido convertidos a GNV.
¿Un programa en declive?
El analista Carlos Chalup señaló que el plan estatal cubre solo el 5% del parque automotor (2,58 millones de vehículos), frente al 16,5% alcanzado por el sector privado en 2009. «Hemos retrocedido: el consumo diario de GNV bajó de 12 a 7 metros cúbicos», afirmó. Álvaro Ríos, exministro, criticó que los kits se «regalan» a aliados del MAS y advirtió que Bolivia importará gas desde 2028.
De la privatización a la estatización
El programa nació en 2004 como una alianza privada (surtidores, talleres y Transredes). En 2009, el gobierno de Evo Morales lo estatizó, imponiendo un impuesto al GNV. Chalup atribuye el retroceso a esta medida, que desincentivó la inversión privada. Hugo Del Granado sugirió que la próxima administración debe preparar una nueva Ley de Hidrocarburos ante la futura escasez de gas.
Un futuro con incertidumbre energética
El programa de GNV continúa sin fecha de cierre, pero enfrenta críticas por su baja cobertura y la dependencia futura de gas importado. Mientras el Gobierno insiste en su carácter «estratégico», analistas prevén que los vehículos convertidos deberán pagar precios internacionales a partir de 2028.