Críticas evistas a diálogo convocado por el gobierno de Luis Arce en medio de la crisis de combustible
Legisladores afines a Evo Morales denuncian que el diálogo nacional propuesto por el gobierno no busca resolver la crisis económica y de combustible que atraviesa Bolivia. La reunión está programada para las 09:00 en la Casa Grande del Pueblo.
Acusaciones de falta de efectividad
Según Luis Adolfo Flores, senador del sector evista, el diálogo es una \»cortina de humo\» que en realidad evade tratar los problemas económicos urgentes de Bolivia. “El ejecutivo intenta distraer a la población convocando estas cumbres que no están relacionadas con la actual coyuntura económica”, aseguró.
Por su parte, el diputado Gualberto Arispe refuerza esta postura al declarar que la convocatoria a diálogo es tardía y únicamente sirve para “dar oxigenación” a instituciones que sostienen al gobierno en medio de sus crisis.
Dudas sobre la inclusividad
Arispe expresó que él y sus colegas han sido sistemáticamente excluidos de reuniones anteriores, cuestionando la verdadera intención del diálogo. “Es un encuentro de amigos, no busca soluciones reales a la situación crítica que vivimos”, afirmó.
Contexto de inestabilidad
Desde hace años, Bolivia enfrenta tensiones políticas que impactan en la capacidad del gobierno para abordar crisis urgentes. Recientemente, la escasez de combustible ha incrementado el descontento popular y ha puesto en duda la gestión del presidente Luis Arce.
Voces diversas en el conflicto
Aunque algunos como el Tribunal Supremo Electoral han confirmado su participación en el diálogo, opositores prominentes como Camacho, Mesa y Doria Medina rechazan la invitación. En sus propias palabras, el diálogo no es más que un intento del gobierno de \»salvarse a sí mismo\» más que al país.
Las declaraciones fueron recogidas tanto de fuentes oficiales del gobierno como de comunicados de los líderes opositores y representantes evistas.
La efectividad del diálogo nacional y su capacidad para resolver la crisis de combustible están en entredicho. Las tensiones políticas entre diferentes facciones sugieren que alcanzar un consenso tangible será un desafío monumental para las autoridades bolivianas.