Equipo de Trump genera confusión en negociaciones comerciales
Tres secretarios compiten por influir en la política comercial. Japón, China y la UE reciben mensajes contradictorios mientras EE.UU. busca acuerdos antes del 8 de julio. Diplomáticos y empresarios critican la falta de coordinación.
«No hay una voz única» en la mesa de negociación
El presidente Donald Trump delegó en tres figuras clave —el secretario de Comercio, Howard Lutnick; el de Tesoro, Scott Bessent; y el representante comercial, Jamieson Greer— para liderar las conversaciones. Pero sus enfoques divergentes han ralentizado acuerdos, según 11 fuentes cercanas a las negociaciones. Un diplomático asiático afirmó: «Nos han pasado de un lado a otro».
Roles divididos, mensajes cruzados
Bessent lidera las conversaciones con Asia, Lutnick maneja aranceles sectoriales (como los del acero) y Greer aporta expertise técnico. Sin embargo, sus competencias se solapan. En mayo, una medida de Comercio sobre tecnología china echó por tierra un acuerdo que Bessent había negociado con Pekín. La UE logró definir roles claros tras una llamada entre Trump y Von der Leyen.
Frustración en Japón y escepticismo con China
Tokio, considerado «cerca de un acuerdo», cuestiona «por qué necesitan tres secretarios para un ministro». En China, la salida abrupta de Bessent dejó a Lutnick y Greer cerrando tratativas, pese a que Pekín esperaba continuidad. Expertos dudan que Bessent o Lutnick puedan lograr un pacto detallado con Beijing.
Antecedentes: La carrera contra el reloj
Trump pausó en abril aranceles del 50% a 60 socios comerciales, prometiendo «90 acuerdos en 90 días». Hasta ahora, solo firmó uno menor con el Reino Unido. El plazo vence el 8 de julio, pero la Casa Blanca insiste en que los altos aranceles son «buena política» para el presidente.
¿Acuerdos o más proteccionismo?
La falta de coordinación entre los equipos y las prioridades contradictorias dificultan pactos sustanciales. Mientras empresarios tecnológicos critican la opacidad, Trump mantiene su postura: prefiere aranceles altos si no se concretan negociaciones. El mercado y los legisladores republicanos, por ahora, no presionan.