Magistrado suplente revela plan para defenestrar a titular del TSJ
Iván Campero declaró que el complot contra Fanny Coaquira se gestó desde mayo. El caso estalló el 11 de junio cuando un juez provincial ordenó su suspensión, desencadenando una crisis judicial. Las nuevas autoridades del TSJ asumieron en enero tras las elecciones de diciembre 2024.
«El plan se urdió en reuniones clandestinas»
El magistrado suplente Iván Campero detalló ante fiscales que fue convocado en mayo por Claudia Castro y Yván Córdova (presidente del Tribunal Departamental de La Paz) a una reunión en el edificio Shopping Norte. «Ya tenían documentos para cuestionar la elección de Coaquira», afirmó. Campero, beneficiario directo del plan, denunció que se pretendía presentar acciones legales sin investigación previa, por lo que abandonó la reunión.
La trama judicial
El 11 de junio, el juez provincial Marcelo Lea Plaza (Coroico) suspendió ilegalmente a Coaquira y ordenó retirarle su credencial. El TSJ reaccionó iniciando acciones contra Lea Plaza, quien reveló una llamada del ministro César Siles «instruyéndole emitir esa resolución». La policía intervino sus oficinas y lo detuvo.
Los actores clave
Además de Campero, Castro y Córdova, participaron abogados como Ordóñez. Campero insistió en ser «el mejor calificado» para la titularidad, pero fue relegado a suplente. El plan buscaba su ascenso, aunque él asegura haberse opuesto por irregularidades.
Un sistema judicial en jaque
Las elecciones judiciales del 15 de diciembre 2024 renovaron el TSJ, cuyos miembros asumieron el 2 de enero 2025. El complot se activó a los cinco meses de gestión, evidenciando fracturas internas. La suspensión de Coaquira fue el primer intento público de alterar la composición del tribunal.
Justicia bajo sospecha
El caso expone mecanismos irregulares para influir en el TSJ, con participación de jueces, ministros y altos funcionarios. La credibilidad del sistema judicial boliviano queda en entredicho, mientras las instituciones investigan los hechos.