Exministro boliviano Murillo sale de prisión en EEUU

Arturo Murillo, exministro del gobierno de Áñez, cumple condena en EEUU por lavado de dinero y enfrentará ocho procesos judiciales en Bolivia.
El Deber

Exministro boliviano Murillo sale de prisión en EEUU y enfrenta ocho procesos

Arturo Murillo cumplió condena por lavado de dinero en Miami y será deportado a Bolivia. El exministro del gobierno transitorio de Áñez (2019-2020) tiene sentencias por corrupción y está vinculado a masacres. Su regreso dependerá de la decisión de EEUU.

De la cárcel estadounidense a los tribunales bolivianos

Murillo fue condenado a 70 meses de prisión en EEUU por recibir sobornos en la compra de gases lacrimógenos durante su gestión. «La Fiscalía boliviana solicitó su extradición, pero todo apunta a que será deportado», según el texto. Al llegar a Bolivia, enfrentará un mandamiento de aprehensión y ocho procesos judiciales en La Paz.

Los cargos pendientes

Dos casos ya tienen sentencia: 4 y 8 años por los «casos gases». Otros incluyen legitimación de ganancias ilícitas y vinculación con las masacres de Sacaba y Senkata en 2019, calificadas como tales por el GEIE. Los cargos abarcan desde robo agravado hasta incumplimiento de deberes.

Una caída anunciada

Empresario hotelero devenido en político, Murillo fue ministro clave del gobierno de Áñez. «Era autoritario y generó fracturas internas», según un exministro anónimo. Renunció días antes de la asunción de Luis Arce en 2020, incumpliendo su promesa de acompañar a Áñez «hasta el último día».

El poder y sus contradicciones

Declaró una renta de 11,3 millones de bolivianos al dejar el cargo, pero fue censurado por la Asamblea dominada por el MAS. Su estilo confrontativo («No me creas tonto») y su rol en la represión lo convirtieron en símbolo del fracaso del gobierno transitorio.

Lo que dejó el 2019

El gobierno de Áñez surgió tras la renuncia de Evo Morales, con Murillo como operador clave. Su gestión estuvo marcada por decisiones polémicas, acusaciones de corrupción y episodios de violencia estatal. El exministro acumuló poder, pero también rechazo por su manejo de las protestas.

Un regreso con consecuencias

La deportación de Murillo reabrirá los casos pendientes en Bolivia, donde ya tiene condenas firmes. Su situación legal dependerá de la coordinación entre ambos países. El exministro pasará de una cárcel en Miami a enfrentar la justicia boliviana.