Arce garantiza elecciones en agosto y entrega de mando en noviembre

El presidente boliviano confirma los comicios del 17 de agosto pese a los bloqueos del evismo, que dejaron seis muertos. Asegura que transferirá el poder «a quien gane», en un discurso que acusa a Morales de intentar sabotear la democracia.

«Hemos resistido para preservar la democracia»

Luis Arce afirmó que su Gobierno obedeció el «mandato de las urnas de 2020» y enfrentó las protestas lideradas por sectores afines a Evo Morales, quien buscaba imponer su candidatura pese a la restricción constitucional. «El verdadero objetivo era que no haya elecciones», declaró el mandatario, vinculando los bloqueos a intereses personales.

Conflictos y consecuencias

Los bloqueos de caminos duraron dos semanas y resultaron en la muerte de cuatro policías y dos civiles. Arce denunció que Morales utilizó como «pretexto» la crisis económica (inflación, escasez de dólares y combustibles) para justificar las movilizaciones.

Morales: sin partido y sin candidatura viable

El expresidente insiste en postularse, pero el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) ratificó que la reelección solo está permitida «por una única vez». Morales ya gobernó tres periodos. Arce lo acusó de «destruir el instrumento político y la revolución democrática» al rechazar un bloque unitario de izquierda.

Orden de aprehensión pendiente

El mandatario admitió que no ejecutó la orden contra Morales por trata agravada de personas (embarazo de una menor). Justificó la decisión por el riesgo de un «enfrentamiento» con sus seguidores armados en el Trópico de Cochabamba.

Una democracia bajo presión

Desde 2020, el Gobierno de Arce ha enfrentado ataques persistentes del evismo, según el presidente. La polarización política escaló con los bloqueos y la disputa por la candidatura de Morales, declarada inconstitucional.

Elecciones en camino, pero con heridas abiertas

El proceso electoral avanza hacia agosto, pero el conflicto entre oficialistas y evistas deja un saldo de violencia y acusaciones. La transición dependerá de que el resultado sea aceptado por todas las fuerzas, en un clima de alta tensión.