Israel ataca reactor nuclear de Arak en Irán

Israel bombardeó el reactor de agua pesada de Arak en Irán, en el séptimo día de ataques consecutivos. Teherán asegura que no hay riesgo radiactivo.
POLITICO

Israel ataca reactor nuclear de Arak en Irán

El ataque se produce tras siete días de bombardeos israelíes. Irán asegura que no hay riesgo radiactivo y que la instalación estaba evacuada. El conflicto ha dejado cientos de muertos en ambos países.

«No hay peligro radiactivo», afirma Teherán

Irán informó mediante su televisión estatal que Israel bombardeó el reactor de agua pesada de Arak, ubicado a 250 km de Teherán. Las autoridades iraníes insistieron en que «no existe riesgo alguno de radiación» y que el personal había sido evacuado previamente. Israel había advertido del ataque en redes sociales, instando a la población a abandonar la zona.

Escalada de violencia

Este es el séptimo día consecutivo de ataques israelíes, que ya han alcanzado instalaciones nucleares en Natanz e Isfahán, además de matar a altos mandos militares y científicos iraníes. Según un grupo de derechos humanos, al menos 639 personas han muerto en Irán, incluyendo 263 civiles. Por su parte, Irán ha lanzado unos 400 misiles contra Israel, causando 24 muertos.

El reactor, un punto clave

El reactor de Arak produce plutonio como subproducto, un material potencialmente útil para armas nucleares. Irán había acordado en 2015 rediseñar la planta para limitar su capacidad, con ayuda de Reino Unido, tras la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear. La OIEA, que inspeccionó Arak en mayo, perdió capacidad de verificación sobre la producción de agua pesada en Irán.

Un conflicto con raíces profundas

Las tensiones se agravaron tras el rechazo del líder supremo iraní a las peticiones de rendición de EE.UU. y su advertencia de que una intervención militar estadounidense causaría «daños irreparables». Israel, mientras, ha relajado algunas restricciones ante la disminución de la amenaza de misiles iraníes.

La sombra de la proliferación nuclear

El ataque a Arak refleja la creciente preocupación internacional por el programa nuclear iraní. Aunque Teherán insiste en que sus instalaciones son pacíficas, la capacidad de producir plutonio añade un nuevo factor de riesgo en un conflicto que ya ha escalado a niveles críticos.