Estados Unidos evalúa bombardear instalaciones nucleares de Irán
Expertos advierten que un ataque podría escalar el conflicto en Oriente Medio. Analistas consultados por POLITICO Magazine proyectan escenarios tras posibles bombardeos a la planta de Fordo. Israel e Irán mantienen intercambio de misiles mientras Trump no descarta intervención.
«Guerra con consecuencias impredecibles»
Siete especialistas en política internacional coinciden en que un ataque estadounidense a Irán desencadenaría respuestas asimétricas. Ryan Crocker, exembajador, prevé que Teherán podría bloquear el Estrecho de Hormuz o atacar infraestructura energética aliada. «Retaliación invitaría a una respuesta masiva de EE.UU.», afirma.
Objetivos y riesgos
Dennis Ross destaca que el alcance de los bombardeos determinaría la escalada. Ataques limitados a Fordo podrían contener el conflicto, pero blancos más amplios llevarían a Irán a atacar instalaciones petroleras. Robert Pape advierte que EE.UU. probablemente golpearía blancos más allá del programa nuclear, incluyendo liderazgo y bases militares.
Lecciones de guerras pasadas
Robin Wright recuerda que conflictos en Irak y Afganistán mostraron los límites de la fuerza militar. Irán triplica el tamaño de Irak y alberga 85 millones de habitantes. Ray Takeyh añade que el régimen iraní recurriría al terrorismo asimétrico tras recuperarse, atacando embajadas o turistas estadounidenses.
Diplomacia como salida
Arash Azizi proyecta que Irán probablemente optaría por negociaciones para preservar su régimen. Sin embargo, Ian Bremmer alerta sobre el riesgo de que «actores militares iraníes desesperados tomen iniciativas propias». La incertidumbre persiste sobre los objetivos finales de EE.UU. e Israel.
Un conflicto que viene de lejos
Israel e Irán mantienen una guerra encubierta durante décadas, ahora materializada en intercambios de misiles. El programa nuclear iraní y las sanciones occidentales han tensado las relaciones desde 2002. Khamenei gobierna Irán desde 1989.
Horas decisivas para Oriente Medio
Los analistas coinciden en que cualquier acción militar tendría repercusiones prolongadas. La destrucción de Fordo no eliminaría la capacidad nuclear iraní, según Crocker, mientras Takeyh subraya que «el bombardeo no sería el último capítulo». La comunidad internacional espera la decisión de Trump.