Transportistas pesados bolivianos pierden el 75% de sus ingresos
Los choferes pasaron de ganar 4.000 a menos de 1.000 dólares mensuales. La crisis económica y la escasez de combustible paralizan el sector desde 2023. Domingo Ramos, su dirigente, alertó sobre la imposibilidad de cubrir gastos básicos.
«Estamos perdiendo totalmente»
Domingo Ramos, dirigente del Transporte Pesado, detalló que sus afiliados no generan ni el 30% de lo que ganaban hace tres años. «Antes obtenían 4.000 dólares mensuales; hoy, algunos apenas llegan a 50 dólares», declaró a la agencia Fides. La falta de viajes internacionales y los bloqueos ahogan al sector.
Combustible y repuestos: la tormenta perfecta
Los transportistas enfrentan filas de una semana en surtidores para obtener 500-600 litros de diésel, insuficientes para viajes como Lima (que requieren 1.000 litros). Ramos denunció que los repuestos se han encarecido un 150%: «Una llanta que costaba 2.000 bolivianos ahora vale 5.000».
Raíces de una crisis anunciada
El transporte pesado arrastra problemas desde 2023 por la escasez de divisas y el alza global de combustibles. La caída en la capacidad adquisitiva de los choferes limita su acceso a mantenimiento básico, agravando la paralización.
Ruedas detenidas, economía frenada
La situación refleja el impacto ciudadano de la crisis: familias enteras dependen de este sector, ahora al borde del colapso. Sin soluciones inmediatas, la cadena logística del país podría verse severamente afectada.