Fondos de Seguridad Social y Medicare se agotan antes de lo previsto
Los fondos de reserva se agotarían en 2034 y 2033, respectivamente. Los nuevos datos reflejan el impacto de la expansión de beneficios y el aumento del gasto médico. El informe llega en medio de tensiones políticas por reformas y presuntos fraudes.
«Un aviso para actuar ahora»
El informe del Departamento del Tesoro revela que el fondo combinado de la Seguridad Social solo cubriría el 81% de los beneficios en 2034, un año antes que lo proyectado en 2024. Para Medicare, el colapso llegaría en 2033 (89% de cobertura), tres años antes de lo estimado previamente. La principal causa es la ley bipartidista de enero que amplió beneficios a trabajadores del sector público.
Factores clave del deterioro
La Seguridad Social enfrenta tasas de fertilidad más bajas y crecimiento salarial lento, según los actuarios federales. En Medicare, el gasto hospitalario y en cuidados paliativos superó las expectativas. Ambos programas dependen de impuestos que no cubren sus obligaciones anuales, obligando a usar reservas.
Batallas políticas en el horizonte
El informe llega mientras la administración Trump impulsa controles contra fraudes y recorta plantillas en Seguridad Social. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, pidió «acción legislativa», aunque defendió las medidas de austeridad. Trump prometió eliminar impuestos a estos beneficios, pero las propuestas republicanas solo incluyen deducciones de $4,000-$6,000 para jubilados.
Programas bajo presión histórica
La Seguridad Social y Medicare cubren a 68 y 67.6 millones de personas, respectivamente. Desde hace años, ambos pagan más beneficios de lo que recaudan, dependiendo de reservas que ahora se agotan aceleradamente. En 2024, el acceso de la operación DOGE de Elon Musk a datos sensibles generó controversia.
Cuenta regresiva para el Congreso
Sin reformas, los recortes automáticos de beneficios empezarían en la próxima década. Los demócratas exigen ampliar fondos, mientras republicanos priorizan recortar gastos. La viabilidad de estos programas, pilares del sistema social estadounidense, depende de acuerdos políticos que hoy parecen lejanos.