Republicanos dudan de aprobar megaproyecto de ley antes del 4 de julio
Discrepancias internas en el GOP ponen en riesgo el plan del líder Thune. La propuesta combina reformas fiscales, sanitarias y energéticas, pero enfrenta resistencias por recortes a Medicaid y desviaciones de los recortes fiscales de Trump. El Senado solo tiene hasta agosto para enviarla al presidente.
«Un rompecabezas con piezas que no encajan»
El líder republicano John Thune busca aprobar antes del 4 de julio un megaproyecto que reforma impuestos, salud y energía, pero solo cuenta con 51 votos y tres margen de error. «Mi predicción es que fracasará», advirtió el senador Ron Johnson (R-Wisconsin), quien pide más recortes al déficit. El texto de 549 páginas, publicado el lunes, ya generó críticas de fiscales conservadores, moderados y aliados de Trump.
Los focos de conflicto
Medicaid: Susan Collins (R-Maine) y Josh Hawley (R-Missouri) rechazan límites a impuestos que financian hospitales rurales. Lisa Murkowski (R-Alaska) critica los nuevos requisitos laborales para beneficiarios. Impuestos: Hawley acusa al paquete de «alejarse de los recortes populistas de Trump», como exenciones a propinas y horas extras. Energía: Otros senadores cuestionan cambios a incentivos de energía limpia.
La carrera contra el tiempo
El vicepresidente JD Vance fijó como límite el receso de agosto, pero el líder Thune insiste en votar la próxima semana. El problema: el Comité de Finanzas aún espera estimaciones fiscales y revisiones legales que podrían eliminar partes clave. «Nunca creí que lo lograríamos para el 4 de julio», admitió Murkowski.
Un legado fiscal en juego
El GOP busca consolidar reformas desde 2017, pero el debate sobre qué recortes hacer permanentes divide al partido. El presidente del Comité de Finanzas, Mike Crapo (R-Idaho), priorizó extender beneficios fiscales a empresas, pero eso obligó a recortar otros programas, como Medicaid. «Cada ajuste fue necesario para lograr la permanencia», defendió.
La pelota está en el Senado
Si logran un acuerdo, la Cámara Baja deberá revisar los cambios, tras aprobar su propia versión ajustada en mayo. «Primero necesitamos 51 senadores», resumió John Cornyn (R-Texas). Mientras, cabilderos en Washington anticipan más modificaciones: «El proyecto actual no puede pasar en ninguna cámara», admitió un lobista anónimo. La presión por ajustar el texto crece, pero el tiempo se agota.