Bolivia regula el uso de criptomonedas tras superar los 75 millones de dólares en transacciones
El Banco Central de Bolivia (BCB) autorizó su operación bajo supervisión en 2024. Tras una prohibición de una década, el país busca integrar estos activos digitales ante la escasez de divisas tradicionales. Expertos destacan su potencial pero advierten sobre riesgos sin regulación clara.
«De la prohibición a la oportunidad regulada»
Hasta 2024, las criptomonedas eran ilegales en Bolivia bajo la Resolución N.º 044/2014 del BCB. La nueva normativa (Resolución N.º 082/2024) permitió que plataformas como CryptoMarket Bolivia operen formalmente, supervisadas por la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF). Según el economista Tito Rojas, esto ha impulsado un mercado que movió 75 millones de dólares en solo seis meses, con 252.000 usuarios, principalmente en Santa Cruz.
El Estado boliviano da el primer paso
La Ley del Presupuesto General del Estado 2025 autoriza a empresas públicas a usar criptomonedas «cuando no haya acceso a divisas tradicionales». Rojas destaca que esto marca un precedente regional, aunque resalta que el USDT (Tether) es la moneda estable más usada por empresarios para transacciones internacionales.
Riesgos en la frontera digital
El experto advierte que la volatilidad y los fraudes son amenazas clave. Propone una ley nacional de activos digitales que clasifique los criptoactivos y cree una regulación conjunta entre el BCB, la ASFI y la UIF. Además, subraya la necesidad de «educación financiera con enfoque en blockchain», ya impulsada por universidades como la UAGRM con cursos avalados por el BCB.
Tecnología local para un mercado global
Rojas menciona iniciativas como AndeCoin, una billetera digital desarrollada en Tarija para facilitar pagos en zonas rurales. También pide auditorías obligatorias para las plataformas cripto y mayor transparencia en la gestión de fondos.
De la restricción a la adaptación
La prohibición inicial (2014-2024) respondía a temores sobre inestabilidad y actividades ilícitas. Sin embargo, la dolarización informal y la escasez de divisas llevaron a replantear su uso, especialmente en Santa Cruz, donde el sector empresarial ya las adoptaba de facto.
Un futuro financiero con cautela
Bolivia enfrenta el desafío de integrar las criptomonedas sin comprometer su estabilidad económica. El marco regulatorio en desarrollo y la educación financiera serán claves para aprovechar su potencial en un mercado que ya supera el medio millón de transacciones anuales.