Israel ataca instalaciones nucleares y militares de Irán tras escalada de tensiones
El 70% de los israelíes apoya la ofensiva, que cumple cinco días y ha dejado 24 muertos y 500 heridos por misiles iraníes. Los ataques priorizaron blancos estratégicos como centros de mando y defensas aéreas, según expertos.
«Dormimos como padres de recién nacidos»
El autor describe la vida en Jerusalén bajo sirena: «Corremos al refugio dos veces por noche». Aunque su zona no es blanco prioritario, los restos de misiles interceptados representan peligro. «Vemos llamas de proyectiles rumbo a ciudades costeras», relata, mientras la Fuerza Aérea israelí continúa sus incursiones.
Estrategia y apoyo político
Netanyahu ha logrado un respaldo inusual del 70% de la población, incluyendo a críticos de su gobierno. Los analistas destacan la secuencia de ataques: «Primero radares, luego baterías antiaéreas y finalmente centros de producción de misiles». La inteligencia israelí habría eliminado científicos nucleares y mandos de la Guardia Revolucionaria.
El dilema del final
El artículo cuestiona si el objetivo real es cambio de régimen en Teherán. Netanyahu declaró a ABC que eliminar al líder supremo Ali Khamenei «no escalaría el conflicto, lo terminaría». Sin embargo, Irán podría prolongar la guerra lanzando misiles esporádicos para desgastar la economía israelí.
De la disuasión al precipicio
El ataque se produce tras años de advertencias sobre el programa nuclear iraní. La AIEA había alertado que Irán acumulaba material para nueve bombas atómicas. Israel posee 100 cabezas nucleares propias como disuasión, pero considera inaceptable que Teherán obtenga el arma.
La partida de ajedrez sin tablero
El conflicto podría convertirse en una guerra de desgaste, con Irán aprovechando su tamaño y recursos. Trump envía el grupo de ataque Nimitz, pero la solución diplomática parece lejana. Mientras, los civiles de ambos países enfrentan noches en refugios y una economía paralizada.