Trump reactiva ley de 1940 que obliga a inmigrantes a registrarse
3,2 millones de indocumentados podrían verse afectados. La medida, inaplicada durante 75 años, crea un dilema: registrarse implica autoinculparse, pero no hacerlo es un delito. El gobierno busca acelerar deportaciones.
«Un callejón sin salida para los indocumentados»
La administración Trump ha revivido la Ley de Registro de Extranjeros de 1940, que exige a todos los no ciudadanos proporcionar huellas dactilares y datos personales. «Es una trampa: si te registras, das pruebas para deportarte; si no lo haces, cometes un delito», explica Jonathan Weinberg, profesor de Derecho.
Objetivo: «autodeportación masiva»
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) admite que busca presionar a los indocumentados para que abandonen EE.UU. voluntariamente. Desde abril, 47.000 personas se han registrado usando un nuevo formulario de siete páginas que incluye detalles sobre su entrada al país.
Primeras acusaciones judiciales
Fiscales en seis estados ya han imputado a personas por «incumplimiento deliberado» de la ley. Un juez federal desestimó cinco casos por falta de pruebas, pero el gobierno apeló. «Es solo la punta del iceberg», advierte Michelle LaPointe, abogada defensora de inmigrantes.
Una ley nacida del miedo
La norma se aprobó durante la Segunda Guerra Mundial ante el temor a la «deslealtad» de los extranjeros. Su apartado de registro llevaba 75 años inactivo, aunque seguía vigente. Originalmente se usó para perseguir a simpatizantes de fascistas o comunistas.
Un camino judicial incierto
Organizaciones proinmigrantes han demandado al gobierno, pero un juez rechazó paralizar la medida. Los expertos anticipan que la batalla legal podría llegar hasta el Tribunal Supremo, mientras las deportaciones continúan bajo esta nueva estrategia.